Hoy vamos a hablar sobre el universo de las marcas y por ello os traigo un post titulado «Qué es el debranding y cómo afecta a la estrategia de branding«.
El concepto debranding hace referencia a una corriente que viene llamando la atención desde hace unos años y que podríamos traducir como desmarquización.
Sobre este tema, ya tuvimos una primera incursión en este post anterior que te recomiendo leer: No Logo, la antítesis del branding.
Esta corriente tiene un efecto muy claro en las marcas: evitar mostrar sus logotipos de forma directa y evidente para dejar que sean otros elementos gráficos los que consigan que la marca sea identificada y definida.
Es una manera informal, menos previsible, más fresca y personalizada de mostrar la identidad visual de la marca, haciendo que su público se identifique rápidamente con la misma.
Eso si, aparentemente tiene mas posibilidades de tener éxito en una marca ya conocida y reconocida que en una marca nueva o de pequeña escala, pero siempre se empieza por algo para construir aquello que se busca en el largo plazo.
Este concepto parece atentar directamente contra el branding puro, ya que la teoría del branding se basa en la construcción de marcas fuertes y creíbles, que no queden obsoletas y posean una larga vida.
Ahora bien, en el mundo actual, donde hemos de reinventar las reglas de seducción y fidelización del público objetivo de una marca, hay quienes piensan que no se ha de perder la oportunidad de aportar un carácter más dinámico a la misma, por lo que el debranding puede ser una opción interesante siempre que estratégicamente sepa definirse bien el por qué, el cómo y el qué.
Un concepto que sin duda tiene a sus partidarios y a sus detractores, por lo que es seguro que no deja indiferente a nadie.
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