Los citizen developers, o desarrolladores ciudadanos en castellano, son empleados dentro de una organización que, sin tener una formación técnica avanzada en programación, utilizan herramientas de desarrollo de software de bajo código (low-code) o sin código (no-code) para crear aplicaciones y soluciones digitales. Estos usuarios, que no forman parte del departamento de TI, están habilitados para resolver problemas empresariales. Lo hacen con la creación de soluciones tecnológicas, sin depender directamente de desarrolladores profesionales.
El término «citizen developer» ha ganado relevancia en los últimos años gracias al auge de las plataformas low-code/no-code, que permiten diseñar y desplegar aplicaciones de manera intuitiva y visual. Esto ha democratizado el desarrollo de software, ofreciendo a personas sin conocimientos avanzados en programación la posibilidad de contribuir al desarrollo digital de sus empresas. De esta manera, se acelera la innovación interna, se optimizan los flujos de trabajo y se reducen los cuellos de botella.
La tendencia de los citizen developers responde a la necesidad de las empresas de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y a las demandas de sus clientes. Estas plataformas de desarrollo permiten crear aplicaciones en menos tiempo, lo que aporta mayor agilidad al negocio. Los citizen developers también son clave para la transformación digital, ya que están directamente involucrados en los procesos de negocio. Por tanto, entienden mejor las necesidades y desafíos a resolver. Esto les permite crear soluciones más alineadas con los objetivos de la empresa.
Qué son los citizen developers
Aunque los citizen developers no tienen un título en ingeniería informática, su trabajo no pasa desapercibido. Al contrario, su colaboración con los departamentos de TI es fundamental para garantizar que las aplicaciones desarrolladas cumplan con los estándares de seguridad y escalabilidad requeridos. En este contexto, las empresas deben promover una cultura de colaboración entre los citizen developers y los profesionales de TI. De esta forma, ambos grupos pueden complementar sus habilidades y conocimientos.
Es importante señalar que el papel de los citizen developers no reemplaza al de los desarrolladores profesionales. En su lugar, ambos perfiles se complementan. Los desarrolladores ciudadanos se centran en resolver problemas específicos y mejorar la eficiencia operativa. Mientras, los desarrolladores tradicionales se ocupan de proyectos más complejos y de la infraestructura tecnológica de la empresa.
Para que una estrategia de citizen development sea exitosa, las empresas deben proporcionar a estos empleados las herramientas adecuadas, además de ofrecerles la capacitación necesaria para utilizarlas de manera efectiva. Asimismo, es clave establecer políticas claras y una gobernanza adecuada para asegurar que las aplicaciones creadas por los citizen developers cumplan con las normativas de la empresa y no comprometan la seguridad de los datos.
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