La relación entre coste y eficacia es otra de esas asociaciones que tanto me gustan cuando pienso en un entorno de marca. El coste tiene un influjo muy interesante en la eficacia que percibe el consumidor y es fantástico investigar sobre ello, testar y descubrir todo un mundo de sensaciones que provienen de ello.
Veamos un ejemplo. Tenemos dolor de cabeza y tomamos una pastilla que nos ha costado (siendo consciente de este coste) tan solo 10 céntimos de euro. Probablemente la relación entre coste y eficacia nos de una idea más racional de que a tan escaso valor la efectividad del medicamento seguramente será bastante floja o pobre.
Pero, ¿y si tomáramos una pastilla cuyo coste fuera de 5 euros? Obviamente es un caso bastante exagerado… 5 euros una pastilla!! Imagina entonces como de forma irracional es probable que creamos que la eficacia aportada por el medicamento dado su valor nos aporte una mejor o más rápida mejoría. En este caso la relación entre coste y eficacia es muy diferente.
Los humanos somos así, movidos cada día y en cualquier momento por este tipo de comportamientos y decisiones irracionales
Obviamente, estarás pensando que si una pastilla vale 10 céntimos de euro y la otra 5 euros será porque el comprimido es diferente y su fórmula estará mejor orientada y trabajada en el caso de la opción cara.
Pero si hiciéramos el experimento con la misma pastilla y cambiáramos su valor, con estos dos precios tan diferentes dada una sola dosis, nos sorprenderíamos.
La percepción de valor en un caso y en otro influirá en cómo creamos y pensemos que el comprimido va a actuar en nosotros, nos generará unas expectativas u otras y tendremos mayor o menor predisposición mental a la mejora según un caso u otro.
Así somos, así nos comportamos y lo mejor de todo es que esto es predecible. Es solo un ejemplo, ahora es tu turno para pensar, como siempre, si tiene sentido esto para ti.
Photo credit: vadejuegos