Si el reto fuera fácil, cualquier otra persona podría realizarlo. Este es el título del post de hoy.
En tu trabajo diario, en tu reto, sea el que sea, es probable que en alguna ocasión te quejes y te preguntes, ¿por qué es tan difícil?
Nos suele pasara a todos, hay momentos de la verdad muy complejos en los que maldecimos la dificultad de las cosas y el panorama, por mayor o menor tiempo, se nos presenta oscuro.
En este preciso momento, tenemos la gran oportunidad de ser conscientes de que si somos capaces de resolver las dificultades debemos sentirnos especiales.
Si el reto fuera fácil, cualquier otra persona podría realizarlo. Si eres tú quien lo resuelva, ¿cómo nos vas a sentirte especial?
Este tipo de hitos son importantísimos. Son clave. Son la semilla del siguiente hito. En tu trabajo, has de sentirte privilegiado, has de sentirte el mejor, has de sentirte capaz de afrontar cualquier planteamiento que se te presente por complicado que este sea.
Hay retos más tangibles que otros, retos que parecen más asequibles que otros, en definitiva, cada reto presenta unas connotaciones diferentes.
Además, el momento en el que afrontamos un reto es determinante, pues no siempre mantenemos el mismo estado de ánimo, ni las mismas capacidades físicas, ni las mismas condiciones mentales… todo nos condiciona sobremanera.
En mi caso, el hecho de crear una marca, de reestructurar una marca, de crear un producto, de plantear una estrategia… todo siempre posee una gran dificultad, máxime cuando me enfrento a diario a empresas distintas de segmentos de mercado diferentes.
Pero ahí reside la magia de todo esto e insisto en la frase que tanto me motiva y me anima a seguir aprendiendo de todo esto: Si el reto fuera fácil, cualquier otra persona podría realizarlo.
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