Hoy quiero hablaros de uno de esos fenómenos que tanto me gusta analizar: Síndrome cubo de cangrejos en la estrategia de marketing.
Hay una teoría que apunta a que un cangrejo atrapado en un cubo, sólo puede salir del mismo si no está acompañado por otros cangrejos.
Es decir, si existen mas cangrejos junto a él en el cubo, éstos comienzan a aferrarse unos a otros. Por consiguiente, ninguno de ellos puede escapar.
Este efecto se replica en la propia sociedad, ya que de forma no consciente la mayoría de los individuos no quiere que a los demás les vaya bien.
El motivo es que cuando nos comparamos con los demás, no queremos sentirnos inferiores.
No dejar que los demás avancen es una característica que seguramente nos resulte obvia, aunque a nosotros mismos no nos la reconozcamos.
Síndrome cubo de cangrejos en la estrategia de marketing
En el mundo del marketing, el efecto también tiene su incidencia. La colaboración entre marcas sufre este fenómeno de forma natural.
¿Te imaginas a dos competidores desarrollando algo conjunto para el bien común? Existen ejemplos, pero son residuales.
Si lo relacionamos con el escenarios de las emociones, podríamos hablar de envidia e incluso de celos.
A mayor índice competitivo de un sector, mayor será la influencia de este síndrome. Se nos hace muy complicado tomar decisiones que busquen la sinergia.
Sin embargo, se nos pone muy fácil el camino hacia poner todas las trabas posibles.
Esto ocurre también desde el punto de vista de la marca personal, ya que a nivel individual a mayor reconocimiento de la misma, mayor vanidad.
Ocurre con cualquier matiz de peligro que podamos detectar en cuanto a una amenaza de otra marca personal que pueda ser mejor valorada que la nuestra.
Al fin y al cabo, somos humanos.
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