Hoy un título sugerente para empezar la semana y precisamente cumplir con la declaración de intenciones del mismo: Tenemos solo unos segundos para impactar.
Por favor, para de leer en este momento y visualiza el video. Después, si quieres, sigue leyendo.
Una realidad: la saturación de mensajes y cosas que tiene todo el mundo que decirnos. Otra realidad: cuando somos nosotros quiénes tenemos algo que decirle a los demás.
En el primer caso, ponte en la piel del receptor. Si en pocos segundos el emisor no nos ha impactado seguramente lo obviaremos, a no ser que el mensaje esté sujeto a algún tipo de orden u obligación.
Vamos con el segundo caso, que es el que más nos importa, es decir, cuando somos emisores del mensaje. Insisto, tenemos solo unos segundos para impactar.
Tenemos solo unos segundos para impactar
Nuestro cerebro está más que acostumbrado ya a los inicios de los mensajes. Dado, esto, es importante que hagamos un test serio sobre esos segundos de inicio tanto en el lenguaje, la intencionalidad, la historia que queremos narrar (si la hay) y, sobre todo, el formato vehicular con el que queremos llegar al target deseado.
¿Qué significa impactar? Se trata de causar una intensa impresión emocional o un gran desconcierto en el receptor, para ganar la atención. Hoy, conseguirlo o no depende de esos pocos primeros segundos.
Resulta vital pensar en cómo lanzar estrategias push que nos permitan de inmediato generar estrategias pull. Te recomiendo revisar este post anterior que habla acerca de estos conceptos: El concepto de las estrategias pull y push.
Conseguir un impacto en la audiencia en los primeros segundos nos permite alzar las expectativas, ser identificados como una verdadera propuesta de valor, incorporar dosis de incertidumbre positiva (que nos permite diferenciar a nuestra marca de la competencia) y despertar aspectos emocionales que nos ayudaran en la generación de recuerdo.
Una vez más, sensaciones y percepciones.
Video credit: titoshowman