Hoy os traigo un curioso post sobre un curioso concepto: Teoría de las ventanas rotas en la estrategia de marketing
Este planteamiento se origina en un libro titulado Arreglando Ventanas Rotas que fue publicado en 1966.
Fue escrito por George L. Kelling y Catherine Coles, dentro del ámbito de la criminología y la sociología urbana.
En él se habla acerca del crimen y de las estrategias para contenerlo o eliminarlo de los vecindarios urbanos.
El libro se fundamenta en un ejemplo, que en palabras de los autores cita:
«Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio; y, si está abandonado, es posible que lo ocupen ellos y que prendan fuego dentro».
«O consideren una acera o una banqueta: se acumula algo de basura; pronto, más basura se va acumulando; con el tiempo, la gente acaba dejando bolsas de basura de restaurantes de comida rápida o hasta asaltando coches».
Teoría de las ventanas rotas en la estrategia de marketing
Según los autores del libro, una buena estrategia para prevenir el vandalismo sería poner remedio y arreglar, lo antes posible, los problemas cuando aún son pequeños.
Reparar las ventanas rotas en un período corto de tiempo puede provocar que sea menos probable que los vándalos rompan más ventanas o hagan más daños.
Esta teoría mantiene dos hipótesis:
- Que los crímenes menores y el comportamiento antisocial disminuirán
- Que los crímenes de primer grado, como resultado, se prevendrán.
¿Puede aplicarse esta teoría al proceso de marketing?
Pues si. Simplemente por el hecho de que una marca deba actuar pronto ante cualquier acción que lleve a cabo.
Bien sea con una retroalimentación positiva o negativa, se ha de actuar pronto en un sentido u otro.
Centrándonos en los aspectos negativos, cuanto antes se tomen decisiones, antes se evita que los problemas crezcan y vayamos a mayores.
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