En el post de hoy vamos a realizar una especie de continuación del anterior, ya que vamos a hablar sobre tipos de tecnoestrés: Tecnoansiedad, tecnofatiga y tecnoadicción.
Os invito, por tanto, antes a leer el post anterior sobre el concepto tecnoestrés.
En concreto, vamos a ver tres tipos de tecnoestrés, que son la tecnoansiedad, la tecnofatiga y la tecnoadicción.
Tipos de tecnoestrés
Vamos a ver tres tipologías, definidas según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo en España.
Tecnoansiedad
La tecnoansiedad es el tipo de tecnoestrés que tiene un carácter mas habitual.
Quien lo sufre suele experimentar altos niveles de activación fisiológica que le producen cierto malestar.
Mucha tensión y una sensación no placentera son síntomas característicos derivados del uso presente y futuro de las nuevas tecnologías.
Algunas personas desarrollan un miedo irracional hacia las nuevas tecnologías. Este hecho se denomina tecnofobia.
Sus síntomas mas destacados son: evitar la tecnología (incluso evitar hablar sobre la misma), ansiedad ante la presencia de la tecnología y pensamientos ciertamente hostiles hacia ella.
Tecnofatiga
La tecnofatiga se caracteriza por tener sentimientos negativos como fatiga, cansancio mental o agotamiento cognitivo por el uso continuado de las nuevas tecnologías.
También puede manifestarse con actitudes escépticas y creencias de ineficacia ante el uso de las tecnologías.
Algunos autores citan un tipo específico de tecnofatiga: el síndrome de la fatiga informativa.
Éste ocurre a consecuencia de la exposición, consumo y manejo excesivo de la información.
Tecnoadicción
Se caracteriza por el deseo incontrolable de estar conectado a las tecnologías en todo momento.
Este comportamiento causa bastante malestar y un comprobable deterioro en la vida de la persona.
Como podemos comprobar, toda una gama diversa de posibles consecuencias derivadas de un uso no racional de este nuevo escenario tecnológico en el que convivimos.
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