Tu otro Yo ya ha decidido por ti

Os presento a mi vigesimosegundo #GuestBlogger, Javier Salvador, que nos trae este post: Tu otro Yo ya ha decidido por ti.

Javier es Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valencia, contando además con estudios de Grado en Psicología y actualmente cursando el Master en Dirección de Marketing y Comunicación Empresarial (#Macom) en la Universidad Politécnica de Valencia, donde tengo el lujo de tenerle en clase. Por si fuera poco, actúa como Export Manager de una compañía industrial de embalaje alimentario.

Javier es una de esas personas inquietas e inteligentes con las que en tu primera conversación ya te queda claro que llegará a donde quiera llegar. Puro talento. Os dejo con su fantástico post!

Tu otro Yo ya ha decidido por ti

Cuando Fran me propuso hace unos días escribir un artículo para su blog, rápidamente vislumbré una oportunidad perfecta para hablar sobre dos de mis mayores pasiones: el mundo del marketing y el de la psicología. Más concretamente, del psicoanálisis, corriente de estudio del comportamiento humano originada por el icónico Sigmund Freud.

Pese a no ser aparente, la relación entre ambas áreas es mucho más estrecha de lo que pudiéramos pensar. De hecho, el propio autor de este portal en el que hoy participo como invitado se ha hecho eco directa o indirectamente de este vínculo en numerosos artículos de su blog, con oportunas referencias a la irracionalidad de los consumidores en sus pautas de consumo o la importancia crucial de las emociones como por ejemplo el miedo o la ira en la práctica del marketing actual.

Desde el punto de vista psicoanalítico, es indudable el peso que recae sobre la parte inconsciente de todo ser humano –factores internos no controlables- como origen de sus actitudes y comportamientos, y por ende, en su proceso de toma de decisiones. En este sentido, la teoría clásica psicoanalítica de Freud representaba la estructura de la mente humana en forma de iceberg, ya que en ambos casos la parte visible tan solo simbolizaba una pequeña parte del conjunto.

El cerebro humano representa a nuestro otro Yo
El cerebro humano representa a nuestro otro Yo

Según esta representación teórica, en la superficie –parte consciente– podríamos encontrar las formas de comportamiento perceptibles (pensamientos y percepciones), mientras que en la parte más profunda o no visible se esconderían aquellas motivaciones inconscientes y factores incontrolables de la personalidad como los recuerdos, miedos, instintos, deseos, traumas… que serían los que en realidad configuran el núcleo de nuestras decisiones.

¿Cuál ha sido el legado principal de las teorías sobre la psique humana de Freud al mundo del marketing?

Un ejemplo perfecto podemos encontrarlo en la obra de Ernest Dichter, considerado el ‘padre de la investigación motivacional’, una de las corrientes fundacionales de la actual Psicología del Consumidor que en este blog hemos visto tantas veces referenciada.

Este psicólogo con alma de marketero sostenía que nuestras necesidades y deseos no eran más que manifestaciones insatisfechas del inconsciente ante sentimientos y emociones reprimidos que nos generan un vacío interno, el cual necesitamos cubrir mediante todos nuestros actos y comportamientos que realizamos en la vida.

Evidentemente, una de las representaciones más simbólicas de lo recién comentado la podemos encontrar en el imán que tiene nuestra sociedad por el consumo irracional de todo tipo de productos y servicios.

Aunque no lo sepamos, las teorías psicoanalíticas también están detrás de numerosas técnicas y herramientas utilizadas por las marcas en el terreno del marketing y publicidad, como la extrema explotación de la sexualidad, la utilización de las relaciones paterno-filiales (muy frecuentemente referidas a los complejos de Edipo y Electra) o las constantes referencias a la ira, los miedos o las pasiones de los humanos que pretenden conectar con nuestra parte inconsciente para ofrecernos esa seguridad, nostalgia, goce emocional, sentimientos de poder o de superioridad… que logre tapar ese vacío de nuestro inconsciente.

Ahora bien, Freud siempre sostuvo que llenar el vacío era imposible. ¿Serán conscientes de ello las marcas?

Photo credit: alert.psychnews

4 comentarios

  1. Sin duda Francisco, totalmente conscientes!! de ahí la gran variedad de productos con la que nos bombardean (si no llenas el vacío con este producto, prueba con este otro…).
    El problema desde mi punto de vista es que la forma compulsiva de tratar de llenar infructuosamente ese vacío es la ADICCIÓN, que puede llamarse de diferentes formas según sea el producto ofrecido y consumido (ludopatía, drogadicción, ciberadicciones…), esa es la cara oculta de las técnicas de marketing que apelan a las carencias «emocionales» del consumidor.

  2. Gran post… Puedes encontrar esas reacciones, ese «vacío» en el día a día y en muchas personas cercanas. Y me da miedo pensar.. ¿Y yo?

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