Promoción gratis de alto nivel: Una hora menos en Canarias. Vaya título de post, ¿eh?.
Escuchando un informativo 3 en el que se hablaba de un tema de actualidad, el horario de cierre de la jornada laboral, me di cuenta del alcance de este brutal lema.
Lo escuchamos a diario en cualquier medio, sobre todo en radio o televisión: Una hora menos en Canarias. Pura publicity, de primer nivel, una repetición constante que deja huella.
Canarias es una tierra maravillosa, un paraíso espectacular compuesto por 7 islas de gran belleza, de sorpresas constantes, una gran suerte para quien allí reside y para quienes la visitan.
Seguramente, no le hace ninguna falta una promoción extra, pero esta es realmente buena por varios motivos.
Primero, lo dicho anteriormente: está cada día a cada hora en los medios de comunicación, con el por todos conocido «una hora menos en Canarias«.
Segundo, porque eso de una hora menos tiene, irracionalmente, su miga. Una hora menos es en todo momento un regalo en forma de tiempo.
Tiempo, ese intangible tan valioso, que no podemos comprar ni vender.
En estos momentos recuerdo este post anterior en el que precisamente hablaba sobre este concepto y sus implicaciones emocionales: Comprar tiempo, vender tiempo.
Una hora menos es como un ahorro imprevisto, una sensación constante de que aún nos queda una hora más de disfrute.
A nivel nacional, para quienes somos o residimos en España, Canarias es esa zona diferencial, especial por muchos motivos y, además, este.
Este hecho posee altos matices de emocionalidad, incluso de nostalgia. Siempre que lo escucho, nunca me deja indiferente.
Quizás por eso, para los responsables de Turismo de Canarias este lema sea imprescindible, insustituible e irrechazable.
Todo un valor seguro que marca la diferencia y que permite llevar el nombre del archipiélago a oídos de todos con multitud de impactos diarios.
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