Viajar puede depender de lo instagrameable que sea el destino

Viajar puede depender de lo instagrameable que sea el destino. Suena duro, pero hay un segmento de público, muy en sintonía con la etiqueta millennial que así lo determina.

En este post anterior te cuento más sobre este estilo de vida denominado millennial (clic aquí para leer el post).

Ser protagonista. De eso se trata. Contar dónde estás y qué estás haciendo. Proclamar de forma sencilla, rápida y accesible, desde cualquier lugar y momento que estás disfrutando de un privilegio y los demás no.

Es efímero, instantáneo, pero poderoso en cuanto a la elevación momentánea de nuestro ego en esta era digital. Tenemos hambre de este comportamiento. Porque mola.

Viajar puede depender de lo instagrameable que sea el destino
Viajar puede depender de lo instagrameable que sea el destino

La imagen que mostremos proyecta un status en nuestras redes sociales y la elección de destinos instagrameables nos hace parecer más trendy.

Incluso puede que nos importe más el quién y el cómo lo vea o aquello que nos comente que la propia experiencia en sí de nuestro viaje.

The Independent ha publicado un interesante estudio que indica que el 40% de los aproximadamente mil británicos que fueron encuestados, con una edad entre los 18 y los 33 años, viaja según cómo quedarán sus fotos en Instagram.

Existen criterios ineludibles como algunos destinos que han proyectado algunas celebrities en lugares poco conocidos y ese afán de protagonismo genera que de pronto la red se llene de personas en ese mismo lugar, incluso algunos de ellos imitando poses.

Cualquier lugar que destaque por algo en la propia red, es objetivo número uno de montones de personas que buscan ser protagonistas. Es un comportamiento que estamos empezando a intentar comprender.

El estudio ha sido desarrollado por Schofields Insurance, destaca conceptos capaces de convertirse en mito, como por ejemplo «selfie vacacional perfecto».

Todo esto deriva en una implicación de interesante análisis, como la generación de envidia, aspecto que ya comentamos en otro post anterior de la serie dedicada a los estados emocionales primarios y secundarios (clic aquí para leer el post).

Photo credit: SM

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información base sobre privacidad:
- Responsable: Francisco Torreblanca (fran@franciscotorreblanca.es)
- Fin del tratamiento: Moderación de comentarios para evitar spam
- Legitimación: Tu consentimiento
- Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal
- Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido

Comparte este artículo

LinkedIn
Twitter
Facebook
Email
WhatsApp