Patricia Herráiz es la invitada en el post de hoy, con el título «Volver a casa: Cómo dejar de sobrevivir para empezar a vivir«. Patricia es coach estratégica especializada en desarrollo personal, gestión emocional y propósito de vida. Acompaña a personas a reconectar con su autenticidad, equilibrar su energía y diseñar una vida alineada con lo que realmente desean.
Para descubrir más sobre ella os comparto estos links:
Web: http: //www.patriciaherraizcoaching.com
Instagram: @patriciaherraizcoaching
LinkedIn: Patricia Herraiz
Volver a casa: Cómo dejar de sobrevivir para empezar a vivir
Durante años viví en piloto automático. Cumplía con todo lo que se esperaba de mí: trabajar, cuidar, rendir, demostrar. Pero por dentro, algo estaba roto. Me sentía desconectada, con la energía por los suelos y una voz interna que cada vez gritaba más fuerte: “¿Esto es todo?”
Hasta que un día paré, más bien, la vida me paró… Y esa pausa lo cambió todo.
Ese fue el comienzo de un camino de vuelta a casa: a mí. Un camino que no ha sido lineal, pero sí profundamente transformador. Y hoy, desde esa experiencia y desde mi formación con los mejores mentores en desarrollo personal, comunicación y liderazgo, acompaño a otras personas a hacer lo mismo.
El coaching ha sido una de las herramientas más potentes en ese viaje. No se trata de dar consejos ni soluciones mágicas. Se trata de hacer preguntas poderosas, de descubrir lo que ya habita dentro de ti, de conectar con tus propios recursos para vivir con sentido y coherencia. Gracias al coaching y la intervención estratégica, muchas personas descubren que no están rotas, simplemente están desconectadas de su verdadero ser.
A esto le sumamos el mindfulness y la respiración consciente, prácticas sencillas, pero profundamente transformadoras. Detenerse. Observar. Volver al cuerpo. Salir del bucle mental. La respiración es nuestra medicina más accesible y menos utilizada. Cuando aprendes a respirar con presencia, todo cambia: tu foco, tu energía, tu manera de relacionarte contigo y con el mundo.
Trabajamos también la inteligencia emocional, porque nadie nos enseñó a gestionar nuestras emociones. Nos enseñaron a huir, a tapar, a no molestar. Y así vamos por la vida, repitiendo patrones del pasado sin entender por qué. El coaching te ayuda a identificar tus emociones, darles espacio y convertirlas en aliadas.

Otro pilar esencial es desprogramar creencias limitantes
Esos “no soy suficiente”, “no puedo”, “esto no es para mí” que operan en la sombra y sabotean nuestras decisiones. Cuando te haces consciente de esas creencias y decides reescribirlas, se abre un mundo nuevo de posibilidades.
Y no puedo dejar de mencionar el trabajo con la energía femenina y masculina. Todos, hombres y mujeres, tenemos ambas dentro. La energía masculina nos empuja a actuar, a estructurar, a avanzar. La femenina nos invita a sentir, a fluir, a conectar. Vivimos en un mundo que ha sobrevalorado lo masculino y reprimido lo femenino. El equilibrio entre ambas es clave para una vida plena, creativa y conectada.
Todo este proceso tiene una dirección: volver a ti. Volver a casa.
No para convertirte en alguien diferente, sino para quitarte capas, desprogramarte, escucharte y, por fin, habitarte. Y cuando lo haces… cambia tu manera de trabajar, de amar, de tomar decisiones. Tu vida se alinea con quien realmente eres.
¿Y sabes lo mejor? Que nunca es tarde para empezar.