Hoy os traigo un sustituto perfecto para el vino, como ejemplo para la sección de productos singulares: Woodstar, bebida de bayas baja en alcohol.
Cuando en alguna de mis clases de master, sobre todo en las enfocadas a metodologías creativas generadoras de productos innovadores, vemos ejemplos de este tipo siempre sucede algo que para mí es maravilloso.
Estas propuestas generan una segmentación emocional, es decir, o amas esa propuesta o la odias, pero no te deja indiferente.
No todos los productos son para todas las personas y me permito decir que si somos más de 8.000 millones de personas en el mundo, cualquier propuesta de mercado puede tener a priori sentido.
En este caso, quiero hablaros de una bebida enfocada como sustituto perfecto del vino, llamada Woodstar.
Si eres amante y perfeccionista del mundo del vino, seguramente pensarás que Woodstar es una auténtica tontería, incluso una blasfemia.
No te preocupes, simplemente no eres público objetivo de esta marca. Pero, entonces ¿quién sí es público objetivo de la misma?
Pues justamente quien demanda algo que es una tendencia mundial en el segmento de bebidas: el bajo contenido alcohólico, que además se identifica con bebidas más saludables.
Woodstar contiene únicamente un 1% de alcohol y es una bebida baja en azúcar y calorías, sin sulfitos, ni aromatizantes, ni colorantes, creada por 3 ex directivos de gran experiencia en distintos frentes del sector de bebidas.
La forma de su botella es similar a la que podemos encontrar en algunos vinos y su sabor posee una complejidad incluso superior al propio vino, ya que es resultado de una mezcla de acai Berry macerada durante 12 semanas.
Grosellas negras, arándanos, miel de azahar, botánicos, extracto de cacao y agua de cognac son otros elementos que forman parte de la fórmula.
El producto busca un hueco en la mesa, para ser un producto que compartir entre quienes buscan una bebida baja en alcohol que pueda simular a un vino y tenga un sabor especial.
Yo soy amante del vino, de su cultura, de su propuesta. Pero respeto este tipo de alternativas que tanto me hacen pensar en que en marketing debemos anular nuestra voluntad y ponernos en la piel del resto de consumidores.
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