Hoy os traigo un concepto que suele estar relacionado con el ámbito digital: El concepto buyer persona en la estrategia de marketing.
El buyer persona hace referencia a una especie de arquetipo o perfil de cliente ideal para el producto o servicio que ofrece nuestra marca.
En este concepto se reúnen datos sociodemográficos y otro tipo de datos referidos a la conducta digital personal y profesional de los individuos, para determinar que tipo de relación puede poseer con el producto o servicio en cuestión.
Dentro del concepto buyer persona existe una variable determinante, a la que se denomina dolor, que hace referencia a aquellas necesidades o deseos del individuo que pueda cubrirse con nuestro producto o servicio.
A partir de esta variable, es importantísimo seguirle la pista, ya que eso será determinante para poder intuir o descifrar qué procesos sigue en su búsqueda de aquella propuesta de mercado capaz de cubrir dicha necesidad o deseo.
Entre los datos interesantes para determinar un óptimo buyer persona podemos encontrar los personales (aficiones, motivaciones, objetivos, etc.), lo profesional (enfoques, retos, influencias, etc.) o la conducta digital (no olvidar la parte irracional que todos los usuarios digitales tenemos, además de qué tipo de herramientas y plataformas utiliza)
Es importante destacar que no es lo mismo este concepto que el concepto target (público objetivo) ya que en este último caso hablamos de grupos de consumidores con un tipo de comportamiento homogéneo, con carácter más generalizado y no tan personalizado como en este caso que nos ocupa.
Cuando hablamos de público objetivo, solemos enfocarnos en variables como localización geográfica, sexo, edad, poder adquisitivo o estilos de vida.
En este caso, hablamos más de necesidades y deseos concretos, es como que si hablamos de público objetivo podemos olvidarnos de otros segmentos, mientras que si hablamos de necesidades o deseos podemos usar diversos segmentos de manera transversal.
Photo credit: OMG