Segunda entrada de la nueva serie que trata 4 acciones clave para transformar tu marca personal: Inspiración.
La inspiración es un activador potentísimo que nos permite pasar de la apatía a la oportunidad. Admirar a quienes despiertan nuestra curiosidad y nos estimulan a actuar es maravilloso. Es un trampolín que nos hace elevarnos desde la indiferencia hacia un potencial ilimitado, transformando la percepción de nuestras habilidades. Pero, al igual que vimos en el post anterior con la curiosidad, es una acción infrautilizada.
Las personas inspiradas están más abiertas a vivir nuevas experiencias y se enfocan por completo en sus tareas. Poseen un impulso impecable e implacable para dominar su carrera. Podemos decir, sin duda, que la inspiración es el embrión para la creatividad.
¿Cómo entrenamos la inspiración?
La inspiración puede llegar desde diferentes fuentes. Pueden ser libros, personas, películas, la propia naturaleza… ¡Hay tanto por hacer y por descubrir!
Para encontrar inspiración, debemos crear las condiciones adecuadas. Ser consciente de ello es el primer paso. Es decir, debemos integrar en nuestro entorno cotidiano el concepto para alimentarnos constantemente de él. Para ello, hay que estar conectado con nuestros referentes.
Empiece por reconocer la increíble potencia de la inspiración y su potencial para transformar cada faceta de su vida.
Búscala. Persíguela. Ámala. La inspiración es una fortaleza personal que transforma nuestras percepciones y evoluciona nuestras sensaciones. Sin duda, nos permite alcanzar un status de calidad para nuestra vida personal y profesional. En el siguiente post de la serie, veremos la tercera acción: Miedo.
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