Hoy abro una serie de post en los que hablaré de un elemento importantísimo como es la retórica en la estrategia de marketing (1).
Para comenzar, definiremos el concepto retórica, una disciplina transversal a diferentes campos de conocimiento, entre los que podemos destacar la literatura, la política, la publicidad, el periodismo, la educación, las ciencias sociales o el derecho.
La retórica se ocupa de estudiar y sistematizar procedimientos y técnicas de uso del lenguaje, con una finalidad persuasiva o estética, que es añadida a su finalidad natural de comunicación.
Tiene origen en la Grecia clásica, partiendo del ars bene dicendi, aquella técnica de expresarse de manera adecuada para persuadir al receptor de la información, gracias a un sistema de procesos y recursos de diferentes niveles en la construcción de un discurso.
En el mundo del marketing, la comunicación y la publicidad, la retórica posee un papel muy importante, como podrás intuir
Pero no es materia fácil, sino que hay que trabajarla con destreza. Durante esta serie de post vamos a ver diferentes tipologías de aplicación de esta técnica. Para comenzar, hoy veremos dos de ellas: la antífrasis y la antítesis.
La primera de las técnicas retóricas, la antífrasis, hace consiste en dotar a una persona o a un objeto de un nombre que apunta cualidades contrarias a las que realmente posee.
Sería algo así como llamar melenudo a un calvo, decir a un bajito que es un all star NBA, etc. Por ejemplo, se cuenta que el rey Ptolomeo II es conocido como Filadelfo (cuyo significado es que «ama a su hermano»), cuando en realidad mató a dos de ellos.
Por otro lado, la antítesis es un recurso de estilo que contrapone dos sintagmas, frases o versos que expresan ideas de significado opuesto o contrario (esto sería una antítesis propiamente dicha) o impresiones subjetivas e indefinidas que se perciben como opuestas (esto sería lo que denominamos contraste).
¿Un ejemplo? Como citaba en sus versos Rubén Darío «Cuando quiero llorar no lloro, y, a veces, lloro sin querer».
Aplicado a producto, me viene a la cabeza esta antítesis perfecta de la que ya hablamos en la sección productos singulares: Choco Chips El Valle.
Seguimos en el siguiente post con más figuras de la retórica.
Photo credit: Angel Leon
