Hoy os traigo un título muy interesante: La imaginación y la modificación de recuerdos en el marketing.
Imagina estar en un lineal de un supermercado, frente a los vinos. Varios tipos de botellas, varios tipos de vino (tinto, blanco, rosado, …). Varios tipos de diseño en el packaging. Diversos mensajes. Múltiples denominaciones de origen. Variedad en precios.
Piensa ahora que tu conocimiento en el segmento del vino es el normal, tienes ciertas nociones pero no eres un experto, es decir, vamos a ponernos en el lugar de la mayoría de los consumidores.
Por tanto, sabes ciertas cosas, has escuchado o leído otras, pero te encuentras frente a frente en ese lineal en el momento de la verdad: tienes que elegir un vino para una cena.
Seguimos imaginando: es una cena en la que se reúnen varios amigos, unos entenderán más de vinos que otros. Es una cena en la que tu objetivo es impresionarles, poder ser el protagonista. Captar la atención y ser centro de los comentarios del resto.
Un ejemplo de un vino peculiar con el que podrías triunfar sería Perfume de Sonsierra. Un vino con packaging de perfume. Creativa combinación. Muy de pensamiento lateral.
En este sentido, ¿te das cuenta de lo maravillosa que es nuestra imaginación? A mi me apetecería mucho pensar en qué va a ocurrir en esa cena si yo llevo este vino.
Nuestra imaginación es capaz de proyectar un escenario a futuro sobre cómo será el momento de la cena antes de que ocurra, generando unas expectativas en tu cerebro a priori.
Posteriormente, en el momento presente de esa cena, puedes recabar información acerca de las sensaciones reales que ha generado el vino elegido para llevar a la cena. Quizás in situ ya puedes valorar si tus expectativas han quedado truncadas, si se han cumplido sin más o si se han disparado habiendo generado una sensación muy notable entre los asistentes.
Para finalizar, tras ese momento, por ejemplo el día después, tu imaginación seguirá siendo capaz de regresar a todos los momentos pasados y no solo eso. Tenemos la fascinante capacidad de recrear la situación vivida e incluso modificarla a nuestro antojo.
Este hecho resulta tremendamente interesante, pues nuestro cerebro es capaz de recrear otro tipo de situaciones, por ejemplo mejorando la experiencia vivida de tal manera que puede «borrar» el recuerdo real y sustituirlo por otro «irreal», en función de la intensidad con la que la imaginación proyecte lo vivido o la intencionalidad con la que pensemos una y otra vez en aquella situación.
En otras palabras, nuestro cerebro nos miente! La memoria a largo plazo puede traicionarnos, no sólo porque es muy fácil olvidar, sino porque la mente puede confundir esas escenas «imaginadas» con las escenas de la realidad.
En esta línea, os invito a consultar algunos artículos que he recopilado sobre novedosas técnicas de implantación de recuerdos, modificación de recuerdos o incluso eliminación de recuerdos.
Sencillamente nuestro cerebro es un mundo fascinante, a la vez que un desconocido al que estamos empezando a descubrir.
- Consiguen implantar falsos recuerdos en el cerebro (Fuente: Muy Interesante)
- Descubren gen que permitiría borrar los malos recuerdos (Fuente: El Espectador)
- Nueva técnica capaz de formar recuerdos en el cerebro mediante modificaciones directas en éste (Fuente: NCYT Amazings)
Photo credit: Sonsierra