Quinto post de la serie de posts que tiene como protagonista una variable estratégica clave. Hablamos sobre cómo optimizar el rendimiento del feedback en 5 pasos (parte 5).
Paso 5: Tener algunas respuestas y gestos al servicio del conjunto de herramientas
Puede resultar muy útil contar con algunas frases de referencia y respuestas listas para ayudar a crear espacio para el procesamiento de la información. En medio de una conversación de retroalimentación, esto nos puede permitir ralentizar, modular o acelerar la conversación. También, favorece que en un momento determinado podamos crear nuevas posibilidades de respuestas.
Veamos un ejemplo. Podemos crear una pausa ante una respuesta concreta y jugosa en la que veamos potencial de desarrollo. Para ello, decir algo así como «esta es información nueva para mí y voy a necesitar unos minutos para procesarla» o «estoy realmente sorprendido» es ideal. La idea es lograr captar la atención del emisor a través de su propia respuesta inicial. De este modo, generamos empatía, lanzamos un anclaje y predisponemos a lograr más información cualitativa.
La importancia de la denominada prueba de cordura
En ocasiones estamos recibiendo comentarios de alguien que se muestra muy correcto en su interpretación del entorno y se agita cuando le lanzamos preguntas abiertas y honestas. Sin duda, estamos ante un momento crítico, ya que el emisor quiere corroborar su opinión sobre la situación. En estos casos, debemos evitar internalizar los comentarios recibidos.
Lo correcto y productivo es dejar los comentarios en el centro, agradecer a la persona su aportación y expresarle que será de gran utilidad para nuestra reflexión. Para su análisis, podemos contar con alguien de confianza que nos aporte su punto de vista sobre el desglose de hechos y opiniones. Es probable que haya algunas ideas interesantes para extraer. Por ello, esta ayuda extra nos proporcionará un valioso contraste.
Hay mucho en juego cuando somos receptores de una conversación de retroalimentación
Como seres humanos, diseñamos interpretaciones de nuestro entorno basadas en nuestros propios patrones de observación, actuación, reflexión y comprensión. Como solo disponemos de acceso a un pequeño conjunto de hechos, creamos estructuras de interpretaciones que refuerzan nuestra visión personal del entorno.
En una conversación de feedback, múltiples estructuras de interpretaciones interactúan entre sí. Las excelentes conversaciones de retroalimentación reconocen esto y buscan resultados y comprensión compartidos. Escuchar activamente desde el centro y prestar atención a los hechos como opiniones puede hacer que el arte de recibir comentarios sea mucho más fácil.
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