Desde siempre, el ser humano ha tenido una inquietud: la búsqueda de la seguridad. Y precisamente de este concepto aplicado quiero hablaros hoy: La seguridad en la estrategia de marketing.
El consumidor posee un plano mental en el que los escenarios seguros juegan un papel importantísimo. El plano contrario es el de la incertidumbre, e incluso el del miedo.
Ya hemos hablado de estos dos conceptos en este blog, por tanto te refresco sobre ello:
El marketing de la incertidumbre
La seguridad influye directamente sobre las percepciones. Buscamos la seguridad en nuestro grupo de personas de confianza (consulta este post anterior sobre las tribus), en nuestras marcas de confianza y en todo aquello que nos hace eliminar o minimizar esa incertidumbre o ese miedo.
En muchas ocasiones es un decisor o motivador de compra definitivo, según el perfil que tengamos, con mayor o menor aversión al riesgo
Pero irracionalmente todos poseemos ciertos temores internos heredados de nuestras generaciones anteriores, o quizás también acrecentados en algunos momentos de nuestra niñez, que surgen de forma espontánea y nos hacen tomar decisiones en planos muy emocionales e irracionales.
Por tanto, plantearnos para nuestra estrategia de marketing cómo ayudar en la búsqueda de lo seguro a ciertos perfiles de público objetivo puede resultar altamente interesante.
Según la pirámide de Maslow, para los seres humanos la seguridad ocupa el segundo nivel dentro del abanico de las necesidades de déficit. El aporte de seguridad busca básicamente la gestión del riesgo y cómo actuar ante éste, por tanto es vital realizar siempre un análisis de riesgo para poder planificar un plano seguro.
Gracias a este análisis podremos aceptar, prevenir, transferir o mitigar la incertidumbre o el miedo y, por ende, el riesgo. Aferrarnos a algo, de forma racional o irracional forma parte de nosotros. Pensemos en ello.
Photo credit: Dean Serene