De eso que navegas y… te encuentras con algo aparentemente absurdo pero que tiene todo el sentido del mundo. Nos podrá gustar mas o menos, pero me encanta para la sección de productos singulares: Wine Condom, preservativo para botellas de vino.
Partiendo de la técnica de sustitución de marketing lateral, se cambia la usabilidad del producto original y en este caso se aplica a una botella de vino en la que te ha sobrado contenido.
Wine Condom asienta perfectamente al ras con el borde de la boca de la botella y crea un sello hermético que permiten que puedas almacenar en cualquier lugar el vino, bien sea horizontal o verticalmente.
Presentados en cajas de 6 unidades, cada condón está compuesto 100% de caucho y diseñado para ser desechable después de 1 o 2 usos. Individualmente, cada uno de ellos está envuelto en una lámina dorada.
Wine Condom, preservativo para botellas de vino
Me gusta su slogan «Protection for wine lovers«. Sus creadores, Bartlett y Mitchell Strahan, son estadounidenses, concretamente de Texas, y son madre e hijo.
El proyecto ha contado con una campaña de financiación a través del conocido portal de crowdfunding Kickstarter.
Por supuesto, este sistema solamente funciona cuando el vino no es un espumoso, ya que la presión de las burbujas haría inservible el invento.
Seguramente para los puristas del mundo del vino esto sea una absoluta aberración. Quizás tengan todo la razón. Lo que está claro es que el producto existe y estoy convencido de que, como ocurre en el mundo del marketing, el producto tiene un público. Hay público para todo.
La creatividad tiene estas cosas. En este caso con una sola variación en el modo de uso del producto se obtiene algo sorprendente. Además, cualquiera de las otras técnicas de marketing lateral (inversión, combinación, exageración, eliminación y reordenación) podrías mejorar sustancialmente este producto y volver a originar una innovación llamativa.
Photo credit: WICO
