Quinta y última entrada de la nueva serie de posts enfocada en el descubrimiento de 5 tipologías creativas. En esta ocasión, hablamos de la denominada creatividad intuitiva, la creatividad del zen.
Hay ideas que llegan de la nada, como un huracán que arrasa con todo. Este tipo de ideas son complejas de encontrar, ya que no son nada cotidianas y menos si no son estimuladas.
Intuitiva, la creatividad zen
La creatividad intuitiva se construye a partir de dos puntos: la recepción y la generación. El primer paso surge a partir de un proceso de liberación en donde la mente se abstrae del mundo exterior, para posteriormente y al recibir la idea, materializarla.
La intuición lo es todo en este tipo de creatividad; sin embargo, construir una mente intuitiva requiere de varios procesos y actividades. Por ejemplo, meditar, practicar yoga, realizar ejercicios de respiración o liberar la mente.
Ser más creativo es posible al trabajar en las capacidades y características de cada quien. Al construir y solidificar tu tipo de creatividad lograrás tener más impacto en tus proyectos personales y profesionales. Analiza cuál es el tipo de creatividad (de estos 5 que hemos visto en la serie) que más identificación genera en ti y potencia tus cualidades.
La creatividad zen promueve la atención plena, la simplicidad y la conexión con el momento presente
Esta perspectiva tiene varias implicaciones importantes en el proceso creativo:
Fomenta la claridad mental
Destaca la importancia de liberar la mente de la agitación y el ruido mental. Esta claridad mental es fundamental para permitir que las ideas creativas surjan de manera natural y fluida.
Promueve la atención plena
La atención plena, o mindfulness, es fundamental en el zen. Esto significa estar completamente presente en el momento actual, lo que es esencial para observar y apreciar los detalles que pasan desapercibidos en la rutina diaria.
Estimula la observación aguda
Al adoptar una actitud de observación cuidadosa y consciente, las personas pueden notar detalles y patrones que pueden ser una fuente rica de inspiración para la creatividad.
Simplifica y despeja el camino
Es una característica clave del zen. Eliminar lo superfluo y enfocarse en lo esencial puede ayudar a destilar ideas creativas.
Cultiva la intuición
Al estar en sintonía con el momento presente y con uno mismo, las personas pueden acceder a una forma de sabiduría intuitiva que puede guiar el proceso creativo de manera única.
Fomenta la espontaneidad
No se preocupa demasiado por el resultado final, sino que enfatiza el proceso en sí. Esto puede liberar a los individuos para experimentar y crear de manera más libre y espontánea.
Promueve la unión entre cuerpo y mente
Enfatiza la unidad entre el cuerpo y la mente. Esto puede llevar a una mayor sensación de fluidez y armonía en el proceso creativo, lo que puede resultar en un trabajo más auténtico y genuino.
Reduce la ansiedad y el estrés
Su práctica puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, factores que a menudo bloquean la creatividad. Una mente tranquila y serena está mejor preparada para dar rienda suelta a la imaginación.
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