Hoy os traigo un reflexión acerca de la importancia que tiene el juego en el ámbito creativo: Jugar es un elemento clave para la creatividad y la innovación.
En mis clases de postgrado sobre creatividad hago total hincapié en este concepto: jugar. Cuando hablamos de creatividad, hablamos de trabajo en equipo.
Si el equipo no se divierte, la creatividad no fluye. Así de sencillo. La creatividad precisa de inhibición, de risas, de escenarios divertidos para que nuestro sistema humano pueda crear.
Parece que jugar sea patrimonio exclusivo de los niños, pero esto no es así en absoluto. Ademas, todos hemos sido una vez niños, así que ¿por qué no volver a serlo en esos momentos en los que estamos ante escenarios creativos?.
Cuando jugamos, disfrutamos. Nos olvidamos del reto creativo por unos instantes, obviamos la presión que supone eso en la empresa y somos conscientes del momento.
Ese bienestar es proclive para que podamos crear y que ello traiga de la mano la ansiada innovación. Como muchas veces hemos comentado en este blog, la creatividad es la madre de la innovación.
Jugar es una necesidad para crear, aunque cuesta convencer de inicio a un grupo de que jugando seremos más creativos (en mis clases, al principio, cuesta y mucho pero al final se ven los resultados de forma evidente).
A través del juego mejoramos los vínculos con los demás componentes del grupo. Además, si al juego le incorporamos dosis de competitividad entre los propios miembros de un grupo creativo o entre grupos (si hay más de uno) los resultados son magníficos.
Los juegos que se pueden proponer a un grupo de trabajo son innumerables e incluso existen técnicas de creatividad como el fantástico Gamestorming, que se basan en el concepto juego para crear.
Os dejo tres ejemplos en forma de post sobre técnicas de Gamestorming que os recomiendo leer y practicar:
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