Un día me topé con un documento en el que se hablaba de los 10 mandamientos Disney y decidí escribir para intentar ver su aplicación al marketing.
En 1987, el presidente de Diseño y Desarrollo de Disney, Peter Rummel, tiene la oportunidad de presentar la “arquitectura del entretenimiento”.
Allí se proyectaron una serie de directrices que formaron los 10 mandamientos de Mickey Mouse, el personaje más representativo de Disney.
Se trata de un conjunto de criterios que tienen como objetivo hacer la arquitectura más sensible a quienes viven una experiencia en edificios o lugares de entretenimiento.
En esta primera parte, veremos los primeros mandamientos intentando transmitir alguna conclusión marketiniana.
10 mandamientos Disney (parte 1) y su aplicación al marketing
Primer mandamiento: Conocer perfectamente a tu público
Los de marketing (entendiendo como marketing al proceso estratégico de analizar y diagnosticar antes de nada) somos muy pesados con conocer al público.
Necesidades, deseos, hábitos, preferencias, percepciones, estilos de vida,… Aquí hay mucho trabajo por hacer, siempre.
Conocer al público te acerca al éxito, aunque no te lo garantiza.
En este mandamiento, Disney propone esta frase:
«No aburras a las personas, háblales con su lenguaje, de manera que te entiendan”.
Segundo mandamiento: Ponerse en el lugar del público
Es el paso natural una vez conocemos bien a nuestro público. Se llama empatía. Ponerse en el lugar del otro.
Si ahora en lugar de marca fuéramos consumidores, ¿nos gustaría lo que propone la marca?
Siempre he dicho que los de marketing tenemos la gran suerte de la dualidad: somos estrategas a la vez que consumidores y eso nos da una ventaja preciosa si la sabemos aprovechar.
En este mandamiento, Disney propone esta frase:
“Insiste en que diseñadores, personal y responsables de la empresa experimenten sus instalaciones como visitantes con la mayor frecuencia posible”.
Tercer mandamiento: Organizar el flujo de público y de ideas
Qué mejor manera para ello que la narrativa. Contar historias es una habilidad fundamental para generar el engagement ideal con el público.
En las historias deben estar plasmadas todas las ideas de manera estratégica, con una estructura sencilla y entendible, buscando siempre el equilibrio funcional y emocional.
En este mandamiento, Disney propone esta frase:
“Use buenas técnicas para contar historias, cuente buenas historias, no conferencias, diseñe su exposición con una lógica clara”.
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