Hoy es el turno de otro protagonista en psicología del color en el marketing: verde. El verde es un color sereno y armónico, que nos atrae hacia estados de relajación y tranquilidad, debido a su intensa asociación con los elementos de la naturaleza y su equilibrio vital.
En nuestra vida usamos este color para, nunca mejor dicho, dar luz verde a las cosas. Es como una vía que permite el paso, una vía necesaria para ese equilibrio vital del que hablaba antes.
Las zonas verdes en las ciudades se consideran espacios indispensables por su aporte sano a la vida de los ciudadanos. Los semáforos en verde nos abren paso por las vías en las que circulamos. Los puntos verdes de reciclaje nos indican en los productos que nos acordemos de reciclar o reutilizar.
Es el color del aceite de oliva virgen extra recién sacado del fruto. Me encanta ver esta maravilla natural que con tan buen saber hacer se produce en nuestro país, sobre todo en mi amada Sierra Mágina, en el corazón de Jaén, donde el #AOVE es un leitmotiv.
El color verde se obtiene mezclando los colores azul y amarillo
Como estilo de vida, representa una manera de pensar de forma profunda en una concienciación sobre el cuidado del medio ambiente y la defensa de lo obtenido por medios naturales.
Otro aspecto que me llama la atención del color verde es su relación con la juventud, lo inmaduro y lo que tiene a priori un recorrido por delante.
Todavía está verde, es una conocida frase que usamos para referirnos a lo tierno y de esa primera etapa de la inmadurez.
Desde el plano negativo, el color verde se asocia a lo venenoso y a ciertos reptiles como las serpientes que nos transmiten cierta sensación de pánico. También muchos monstruos son representados por esta tonalidad.
Sin duda un color muy importante en nuestras vidas.
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