Casualidad o causalidad durante el proceso de marketing

Hoy quiero haceros pensar (aunque en verdad siempre lo quiero) y por ello os traigo dos conceptos que forman parte de nuestra vida habitual, tanto en lo personal como en lo profesional: casualidad o causalidad durante el proceso de marketing.

El primero de ellos, la casualidad, viene defino por la aleatoriedad, es decir, aquello que asociamos a cualquier proceso cuyo resultado no es previsible, por lo que le asignamos un razonamiento basado en la intervención del azar.

Cuando decimos que algo es aleatorio, azaroso o casual, estamos expresando una aparente carencia de propósito, causa, u orden. Qué interesante es esto. Seguro que recuerdas algún momento reciente en el que hayas dicho o hayas escuchado decir «qué casualidad» o «ha sido de casualidad».

Muchas veces lo decimos con cierto desdeño hacia quien ha conseguido algo y eso nos genera cierta sensación de rabia o envidia. Puede que también lo digamos desde cierta admiración a lo que se ha conseguido pero guardando recelo al cómo lo ha conseguido. Los humanos solemos activar nuestro mecanismo de autodefensa en situaciones como estas.

El segundo de los términos, la causalidad, encubre mucha magia. Se trata del principio o el origen de algo y alude a la relación entre una causa y su efecto.

Casualidad o causalidad durante el proceso de marketing
Casualidad o causalidad durante el proceso de marketing

Nuestra mente busca constantemente relaciones entre las cosas. Partiendo de esto es cuando podemos buscarle sentido a lo causal.

Una marca debería tener en cuenta el comportamiento del consumidor en base a la casualidad o a la causalidad

Para ello, es vital respondernos como marca a esta pregunta: ¿cuál es nuestra causa? O, dicho de otro modo, ¿por qué hacemos lo que hacemos?

Quizás te interese complementar el post con este otro anterior: Qué es el círculo de oro.

Si nuestro público percibe tu marca está involucrada directa o indirectamente con una causa, la causalidad puede ayudarnos, debido a que tendremos un motivo generador de la correlación causa y efecto

Podemos dejar las cosas al azar y confiar en la casualidad o podemos intentar provocar esa causa que nos proyecte hacia un lugar específico, especial y diferenciador. Es muy probable que nuestra ventaja competitiva esté en función de ello.

Pero recuerda, la causalidad no significa tener todo establecido y estar exento de riesgo, sino simplemente saber a dónde quieres llegar. El camino puede ser incierto, pero sabrás que ese es el camino que quieres seguir.

Photo credit: Pinterest

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