Escuchar como estrategia de marketing

Segundo post de esta serie de 5 relacionados con los sentidos. En el post anterior vimos Observar como estrategia de marketing, hoy es turno para otro de nuestros sentidos, el oído: Escuchar como estrategia de marketing.

En este caso también vamos a comenzar analizando las diferencias entre conceptos que pueden confundirnos, pero que para nada son lo mismo. Al igual que para el caso anterior, la diferencia entre oír y escuchar está en la intención que mostramos ante el hecho.

Cuando escuchamos lo hacemos bajo parámetros de intencionalidad, es decir, existe una voluntad clara de querer interpretar. En el caso de oír, obvio, es un hecho que sucede al margen de nuestro grado de intencionalidad.

Imagina esta escena: estás en una cafetería tomando un desayuno y hay mucho alboroto (voces, ruidos, trasiego, etc.). Oímos. Pero, en la mesa de al lado, están con una conversación en la que hemos «oído» una palabra que nos ha despertado la curiosidad. De súbito, desenfocamos todo ese ruido que percibimos de forma involuntaria para pasar de forma voluntaria a prestar atención a esa conversación: escuchamos (en este caso, cotilleamos). Solo es un ejemplo.

Escuchar como estrategia de marketing
Escuchar como estrategia de marketing

Cuando escuchamos ponemos en juego al resto de sentidos

Éstos nos ayudan a interpretar las situaciones que vivimos en ese momento y nos aportan conciencia del momento, lugar, fuente de información, experiencias previas, etc. Ponemos atención, activamos los recuerdos, arrancamos nuestros pensamientos y por ello razonamos.

En este instante serán determinantes nuestros niveles como seres más racionales o seres más emocionales, pero esto daría para muchos más post.

Cuando hay un malentendido, que suele haberlos de forma más frecuente de lo esperado, seguramente habrá habido alguna interferencia en esta relación que hemos comentado. En el mundo del marketing y la comunicación, un simple malentendido puede dar al traste con todo. A veces pensamos que nos hemos explicado bien, pero el mensaje ha llegado al receptor de forma bien distinta a la supuesta.

Por tanto, qué importante es tener siempre en cuenta esta diferencia entre lo oído y lo escuchado. Nuestro mensaje ha de llegar y los mensajes de nuestro target nos han de llegar. Así de fácil y así de difícil. Escuchar activa todos nuestros sentidosescuchar significa sentir.

Photo credit: dagaborras

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