Siguiendo la estela del post anterior, vamos a descubrir las fases del Embudo del Conocimiento (parte 1). En esta entrada tendremos como protagonistas a las dos primeras, que son misterio y heurística.
Recordamos que esta herramienta es un modelo conceptual que representa el proceso de transformar información en conocimiento valioso y aplicable.
Fase de misterio
La primera fase, la de misterio, es la etapa de adquisición inicial. En esta fase, el objetivo es recopilar información de diversas fuentes, incluso aquellas que pueden parecer inusuales o no directamente relacionadas con el tema de interés.
El misterio radica en la exploración de lo desconocido y la búsqueda de conexiones no evidentes. Aquí es donde la mente se abre a nuevas ideas y perspectivas, permitiendo la posibilidad de descubrimientos sorprendentes. La curiosidad y la capacidad de explorar en territorios no familiares son las claves en esta fase.
Por tanto, es el punto de partida crucial en el Embudo del Conocimiento. Aquí es donde se nutre la curiosidad y se busca activamente la diversidad de fuentes de información. Es esencial no limitarse a lo obvio, sino también explorar áreas aparentemente no relacionadas. A menudo, las conexiones inesperadas entre disciplinas pueden llevar a las ideas más innovadoras.
Es importante destacar que en esta etapa, la calidad es más importante que la cantidad. Se debe buscar información relevante y confiable para construir una base sólida para el proceso de innovación que sigue.
Fase de heurística
Una vez que se ha adquirido una amplia gama de información en la fase de misterio, entra en juego la fase de heurística. Aquí es donde se aplican métodos heurísticos, es decir, reglas prácticas y técnicas de resolución de problemas, para explorar y encontrar patrones o soluciones.
La heurística implica el uso de la intuición y la experiencia para guiar la toma de decisiones. Esta fase es crucial para comenzar a discernir entre lo que es potencialmente valioso y lo que no lo es, y para empezar a dar forma al conocimiento adquirido.
Es aquí donde se aplican reglas prácticas y técnicas de resolución de problemas para explorar y encontrar patrones o soluciones. Es un momento de reflexión y exploración profunda de las implicaciones y aplicaciones de la información adquirida.
La clave en esta fase es la flexibilidad mental y la disposición a considerar enfoques no convencionales. A menudo, las soluciones más innovadoras surgen cuando se cuestionan los supuestos existentes y se abraza la posibilidad de un enfoque completamente diferente.
Photo credit: Pinterest