Cuarta entrada de la nueva serie de posts en la que exponemos 10 poderosas fórmulas que cambiarán tu forma de pensar. En esta ocasión, otra propuesta contundente: La felicidad es salud, riqueza y buenas relaciones.
Nunca hemos escuchado tanto sobre el concepto «felicidad» como en la actualidad. El concepto se ha convertido en objeto de obsesión por parte de muchos y, quizás, no les falte razón a la hora de otorgarle tanta importancia.
Pero, como muchos otros conceptos, su alta carga intangible hace que la creencia en su esencia se pueda diluir de forma muy rápida. Quizás, nunca lleguemos a creernos que podemos alcanzar ese estado y, por supuesto, permanecer en el de manera constante.
La felicidad es salud, riqueza y buenas relaciones
Salud es uno de los ingredientes clave, seguramente. Salud en todos los sentidos. En el saludable que es ser una buena persona y un buen profesional. Salud también en lo físico, es obvio. Salud en lo emocional, porque eso define quien eres en la cotidiana forma de relacionarnos con los demás.
Riqueza en cuanto a lo que puedes dar sin pedir nada cambio. En lo intelectual por el afán que tengamos en querer saber más y más cultivando nuestro conocimiento. En, por qué no, tener la sana ambición de lograr metas y proponer cosas únicas que aporten valor al mundo.
Buenas relaciones, el último de los 3 ingredientes, para ser percibido como alguien con quien apetece estar. Alguien con quien apetece compartir y construir juntos. Alguien de quien estar seguro que siempre te va a dar algo positivo y quizás diferente.
Cualquier de estos 3 ingredientes está a nuestro alcance. Lo difícil es ser siempre consciente de ello, ya que la rutina es una gran enemiga de ello. El consejo, en este sentido, es que no dejes de practicarlos a diario para poder alcanzar un estado interior de satisfacción personal viendo que has podido aportar valor para cualquier persona.
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