La inercia: ¿amiga o enemiga?

Comenzamos semana y os planteo una cuestión sobre un concepto que me gusta mucho, la inercia: ¿amiga o enemiga?.

Me voy a la Wikipedia para encontrar una definición de inercia y dice así: «La inercia es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo o movimiento, mientras la fuerza sea igual a cero, o la resistencia que opone la materia a modificar su estado de reposo o movimiento».

Cuántas veces habrás oído frases como «se mueve por inercia» o «hace las cosas por inercia». Tanto si es en parado como en movimiento, la inercia para mi no suele ser una buena señal.

A veces nos va todo tan bien que nos dejamos llevar por esa inercia, nos relajamos y dejamos de pensar en los por qués

Cuando dejas de saber los motivos por los que te va bien seguramente pronto habrá una reacción inesperada que rompa esta dinámica y no sepas reaccionar. Imagínate si te va mal y por su culpa tampoco te permites conocer los por qués.

Continua diciendo la definición de Wikipedia que: «Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado de reposo o movimiento rectilíneo uniforme si no hay una fuerza actuando sobre él».

Esa es la fuerza de la que hablo, seguramente identificada por nuestra propia fuerza interior o por la de alguien que acude en tu auxilio, se lo pidas o no, para sacarte de ese camino engañoso.

Conozco muchas marcas a las que a lo largo de los años les ha ido tremendamente bien y que continúan actuando con inercia como única estrategia, ni siquiera planteándose un cambio necesario. Todo cambia: el entorno, las personas, los consumidores, los medios para comunicarnos y, sobre todo, las generaciones.

Si no estamos atentos a esto algo grande podemos convertirlo en pequeño o inexistente en un tiempo escaso.

Photo credit: Natdawn