Hoy os traigo un concepto muy relacionado con el post anterior: Las siete erres del consumidor ecológico: economía circular.
Reflexionar, rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, redistribuir y reclamar. Estas son las 7 Rs.
Los consumidores y consumidoras que adoptan estas siete acciones contribuyen a conservar el medio ambiente.
Por tanto, su aporte se extiende a lograr un mundo más equitativo.
Veamos estas 7 variables de manera individual.
Las siete erres del consumidor ecológico: economía circular
Reflexionar
El consumidor ecológico es reflexivo y crítico. Dan mucho valor a la información y a la educación ambiental, aspectos que consideran clave para su modo de consumo.
Rechazar
Por encima de todo a productos de carácter tóxico, no biodegradables o no reciclables.
Este tipo de productos pueden estar en muchos espacios y la idea es reemplazarlos por otros que muestren respeto con el medio ambiente.
Reducir
Es una consecuencia muy clara, que supone reducir bienes, reducir gastos, reducir la explotación de los recursos naturales y reducir la contaminación y los residuos.
Se trata de consumir con una consciencia ética respecto al entorno, lo que implica que antes de comprar un nuevo producto, convenga preguntarse si realmente es necesario.
Reutilizar
Alargar la vida útil de los bienes contribuye al ahorro doméstico y a minimizar el impacto ambiental.
Por tanto, los envases o productos de usar y tirar son la antítesis de un consumo responsable y ecológico.
Reciclar
Separar los residuos de forma adecuada para su reciclaje posterior aporta un gran beneficio medioambiental.
De esta forma, los materiales desechados se aprovechan para elaborar nuevos bienes, evitando la extracción de nuevas materias primas y reduciendo el consumo de energía en su elaboración.
Redistribuir
Los desequilibrios entre países ricos y pobres afecta a los habitantes y al medio ambiente.
La huella ecológica global se ha disparado, ya que el consumo actual se basa en la utilización de recursos de otros territorios o de generaciones futuras.
Reclamar
Los consumidores pueden y deben tener una participación activa en las actividades que influyen en su entorno y en su vida cotidiana.
La ley permite la posibilidad de reclamar y exigir acciones que contribuyan a mejorar el medio ambiente y la calidad de vida.
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