Continuamos con la serie de post dedicada a las falacias en el marketing: argumentum ad consequentiam y falacia del punto medio.
En esta ocasión, vamos con dos nuevos tipos de falacias de causa informal o cuestionable:
Argumentum ad consequentiam
El argumento dirigido a las consecuencias es una falacia que concluye que una premisa en forma de creencia es verdadera o falsa en función de si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable.
Este hecho es, de manera intrínseca, una acción subjetiva desde el punto de vista del observador y no desde la realidad de los hechos.
En caso de entrar en juego un tercer factor, como es una acción para evitar o favorecer una consecuencia, la consecuencia por si misma no puede justificar ninguna acción determinada sino aquellos argumentos que puedan justificar la relación entre la acción y la consecución.
Ejemplo aplicado al marketing: «La marca ha invertido suficiente en marketing, puesto que si no lo hubiera hecho, habría perdido su posicionamiento en el mercado».
Falacia del punto medio
También denominada como falacia del compromiso o falacia de la moderación, ocurre cuando asumimos que la conclusión más válida es la que se haya siempre como compromiso entre dos puntos de vista que resultan extremos.
La falacia se produce porque la verdad o certeza de idoneidad se basa en premisas subjetivas sobre qué es lo que se ha considerado como extremo y qué es lo que se ha considerado como punto medio.
Ejemplo aplicado al marketing: «Algunos consumidores identifican nuestra marca como la mejor del mundo en su categoría. Sin embargo, otras ni siquiera la conocen. Probablemente nuestra marca sea la mejor del mundo en su categoría, pero no es en todos los casos la más poderosa ni la mas reconocida en todos los ámbitos»
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