Hoy arranco una pequeña serie de post, concretamente 12, en la que voy a hablar sobre los meses en la estrategia de marketing: enero.
Este mes adquiere su nombre del dios Jano (del latín Janus), representado con dos caras cuyo significado indica al espíritu del principio y del final.
Enero, el primer mes del año, posee un carácter de arranque traducido a nuevas esperanzas, nuevos deseos e intenciones de cambio. En la psicología de los números está asociado al número uno.
Todas estas cosas influyen en el comportamiento del consumidor, en la mayoría de países que utilizan el mismo calendario que nosotros.
Ese componente de iniciar una nueva etapa influye, contando además con que en su inicio nos encontramos en plena época de nostalgia: la Navidad.
Dicho esto, es importante recordar que es muy probable que el plano emocional afecte directamente sobre un gran número de consumidores, que además han estado recibiendo meses atrás diversos mensajes comerciales que anuncian la llegada de esta época.
El sentimiento de culpa si no entramos en la dinámica comercial y en el ciclo de los regalos puede también ejercer un influyente papel en cómo nos comportamos.
No es época fácil, pues dejando la primera semana del mes atrás, nos damos cuenta de que de verdad arranca un nuevo año.
Pasamos del fin del año anterior al inicio de otro en el que pensamos que podemos mejorar lo bueno que ha podido ser el anterior o que podemos borrar aquello que no nos ha salido tan bien.
Nuevos propósitos suele llamarse este tipo de planteamiento. ¿Mas tips? Tendremos que enfrentarnos a unas cuantas semanas largas tras unas fiestas también largas y puede que en general nos pueda invadir cierto sentimiento conservador tras el derroche navideño.
Si somos una marca debemos de tener en cuenta todos estos tips, aunque eso si, no podemos en ningún caso generalizar, ya que no todos los segmentos de público se comportan igual.
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