Seguimos con la serie de post sobre los meses en la estrategia de marketing: marzo. El tercer mes del año debe su nombre a una derivación del latín, concretamente Martius, que representaba al primer mes del calendario romano.
Martius deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, quien ni mas ni menos era el dios romano de la guerra.
Un hecho interesante y que no debe pasar desapercibido es que en marzo, alrededor del día 21, se da cita uno de los dos equinoccios del año.
En concreto el equinoccio de primavera en el hemisferio septentrional y el equinoccio de otoño en el hemisferio meridional.
Quizá, los equinoccios puedan ser unos grandes olvidados en el marketing, como fechas para impactar, seguramente inesperadas.
El concepto, que también deriva del latín (equinoctium), significa «noche igual«. Es decir, tanto en marzo, como en septiembre (donde se produce el otro equinoccio del año), el Sol se ubica en el plano del ecuador celeste.
Por tanto, en ese momento el Sol alcanza el cenit, que es el punto más alto en el cielo si lo observamos justo desde el ecuador celeste. El día y la noche tendrán la misma duración y habrá un cambio de estación que será contraria en cada uno de los hemisferios del planeta.
Interesante toda esta conceptualización para plantear una potente campaña marketera. ¿Qué opinas?
Por otra parte, marzo está asociado al número tres, como tercer mes del año. Marzo, como vimos en el post anterior dedicado a febrero, tendrá un concdicionante de excepción: la celebración o no de la Semana Santa en este mes.
En este mes, también tenemos otra festividad tradicional y puntual, que siempre adquiere un gran enfoque comercial y que representa otra gran oportunidad para plantear cosas diferentes a nuestro público desde el punto de vista de una marca, intentando no caer en lo habitual: el Día del Padre.
A por ello!
Photo credit: Timeanddate
