Séptima y última entrada de la serie de 7 posts en la que estamos exponiendo con detalle el Modelo de las 7S de McKinsey. En esta ocasión es turno de la variable «Shared values«.
Los valores compartidos desempeñan un papel fundamental en la estrategia empresarial. Estos valores actúan como una base sólida sobre la que construir las decisiones y acciones de una organización. De este modo, se impacta directamente en su desempeño, cultura, cohesión interna y, en última instancia, en su éxito sostenible a largo plazo.
En primer lugar, los valores compartidos crean una identidad y una cultura empresarial diferencial. Al definir principios éticos, comportamientos y actitudes comunes, las empresas logran unificar a sus equipos en torno a una visión y misión compartida. Esto impulsa la cohesión interna, fomenta un sentido de pertenencia y propósito, además de atraer a talentos afines que se alinean con dichos valores.
Modelo de las 7S de McKinsey: Shared values
Los valores compartidos actúan como guías para la toma de decisiones y la formulación de estrategias. Cuando todos los miembros de la organización comparten un conjunto de principios fundamentales, se facilita la alineación en la toma de decisiones. Así, se asegura que estas estén en sintonía con los objetivos y propósitos de la empresa a largo plazo. Esto reduce la probabilidad de conflictos internos y permite una mayor agilidad y adaptabilidad en un entorno empresarial en constante cambio.
Por tanto, los valores compartidos fortalecen las relaciones con los clientes y otros stakeholders. Cuando una empresa actúa de acuerdo con principios éticos y valores transparentes, construye la confianza y la lealtad en su base de clientes. Los valores también pueden ser un poderoso imán para atraer a inversores, socios y proveedores que comparten una filosofía similar.
También inciden en la reputación de la empresa y su imagen en la opinión pública. La reputación positiva puede llevar a un aumento en la cuota de mercado y a la preferencia de los consumidores.
Por último, los valores compartidos refuerzan la resiliencia organizacional. En tiempos de crisis o desafíos, las empresas con valores sólidos pueden mantenerse firmes en su enfoque, tomar decisiones difíciles y adaptarse sin comprometer su visión a largo plazo. Esto les permite superar obstáculos y continuar avanzando hacia el éxito.
Photo credit: Pinterest
