Damos inicio a una nueva serie de 7 posts en la que vamos a exponer con detalle el Modelo de las 7S de McKinsey, comenzando por la variable «Strategy«.
En el mundo del marketing y la estrategia empresarial, la clave del éxito está en saber encontrar el equilibrio perfecto entre los diferentes elementos internos y externos. Para ello, uno de los modelos más icónicos y eficientes que existen es el Modelo de las 7S de McKinsey.
Se trata de un enfoque holístico creado por la consultora McKinsey & Company que tiene como misión alinear los recursos y capacidades para alcanzar los objetivos con eficacia. Este modelo representa una herramienta de análisis organizacional que consta de siete elementos clave. Éstos deben estar alineados y sincronizados para alcanzar el éxito empresarial.
Los 7 elementos se agrupan en 3 categorías: componentes duros, componentes blandos y valores compartidos. La combinación de estos factores favorece que una organización funcione de forma coherente y eficiente, logrando un mejor desempeño y una ventaja competitiva sostenible.
Modelo de las 7S de McKinsey: Strategy
La estrategia, en este contexto, es la base fundamental sobre la que se construye la dirección y el rumbo de la empresa. Es el plan maestro que guía todas las acciones y decisiones, proponiendo los objetivos a largo plazo y definiendo cómo se alcanzarán.
En este sentido, la estrategia debe estar intrínsecamente ligada a una visión clara y ambiciosa sobre lo que se aspira a conseguir en el futuro. Una visión inspiradora motiva a los colaboradores y crea un sentido de propósito compartido.
Es tan crucial como potencialmente desafiante, ya que es el resultado de la interacción entre la empresa y su entorno. La estrategia marca el rumbo de las decisiones, sobre todo en materia de inversión, de posicionamiento, de productos y/o servicios o de implantación geográfica.
En la segunda entrada de esta serie, hablaremos sobre la variable «Structure«.
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