Paradoja de lo inverso: un ejemplo sorprendente y muy curioso

Hacía tiempo que tenía ganas de contaros esta historia que leí en algún lugar hace un tiempo. Ahora, ha llegado el momento de que sea protagonista. He titulado el post la paradoja de lo inverso: un ejemplo sorprendente y muy curioso.

La historia, en concreto, pone en valor un interesante punto de vista: todo depende de cómo seamos capaces de percibir e interpretar los hechos. De ello depende el éxito futuro. En marketing, como ya sabemos, la estrategia lo es todo. Saber observar, saber analizar y saber interpretar es lo que marca la diferencia.

Paradoja de lo inverso: un ejemplo sorprendente y muy curioso
Paradoja de lo inverso: un ejemplo sorprendente y muy curioso

El poder de las historias es maravilloso

Durante la Segunda Guerra Mundial, en un intento por reducir el número de aviones derribados por el enemigo, los aliados estudiaron dónde sufrían más daños aquellos que regresaban. De este modo, podrían reforzar esas partes.

La conclusión era obvia: reforzar las puntas de las alas, los timones y el centro del avión. En estas zonas era donde se daba un mayor número de impactos. Pero Abraham Wald, un estadístico que trabajaba para el departamento de defensa, propuso algo diferente. Su propuesta fue reforzar la cabina, los motores y la parte trasera del cuerpo.

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Una propuesta diferente se apoya en un por qué poderoso

¿Por qué reforzar esas áreas en las que no se encontraban impactos? Precisamente porque no habían considerado un sesgo importante al hacer el estudio. Únicamente se examinaban los aviones que lograban regresar. Pero, ¿qué pasaba con los que no regresaban?

Wald planteó la hipótesis de que la distribución de los impactos sería más o menos homogénea. Veían impactos en las zonas que no eran vitales en los aviones que sí lograban regresar. Éstos, a pesar
de sufrir grandes daños, conseguían volver a la base.

Si un avión recibía grandes daños en cabina, motores y cola, era derribado. Al no poder regresar a base, no eran considerados en el estudio. Este fenómeno recibe un nombre en materia de estadística: sesgo de selección. Como podemos intuir, es un input de prime nivel en el ámbito estratégico.

Muchas veces los datos mal interpretados o la intuición, nos llevan a tomar decisiones erróneas. Por tanto, nuestra obligación es invertir en información confiable. Éste es, sin duda, nuestro principal recurso.

Espero que la historia os haya gustado y que la conclusión os haya hecho pensar tanto como a mí.

Photo credit: PX

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