Graham Wallas, en su modelo “The art of thought” detalla que son 4 las fases del proceso creativo. Obviamente, este concepto es muy moldeable y para cada persona pueden darse algunas variaciones. Pero es bueno tener este modelo como referencia de trabajo.
A continuación, vamos a detallar estas 4 fases del proceso creativo, que son preparación, incubación, iluminación y verificación.
Preparación
Comenzamos el proceso con el objetivo de identificar el problema. A partir de ahí, arranca la búsqueda y selección de información relevante para poder hallar la solución.
Se trata de Investigar, recopilar información e introducirse de lleno en la situación. Para ello, debemos definir el concepto del mensaje, cómo transmitirlo, cuál debe ser la mejor manera de comunicarlo, el estilo adecuado, etc.
Incubación
Tras el exhaustivo trabajo de la etapa anterior, es momento de pasar a generar soluciones. Este proceso puede durar poco o mucho tiempo, en función de las características del reto creativo.
Todas las ideas, incluso las que puedan surgir de manera espontánea, merecen una oportunidad. En este punto, os recomiendo no ‘asesinar ninguna idea’.
Se trata de un proceso que debe repetirse varias veces, ya que podemos utilizar diferentes técnicas de creatividad que nos ayuden a provocar ideas.
En la sección de creatividad del blog tienes disponibles muchas de ellas.
The art of thought: 4 fases del proceso creativo
Iluminación
Estamos ante el momento ahá. Es donde surgen ideas conscientes para conseguir solucionar el problema. Aquí procedemos al filtrado de ideas, lo que debe permitirnos empezar a ver claro en enfoque que vamos a proponer para trabajar.
Verificación
Finalmente, pasamos a la evaluación de la solución final seleccionada que vamos a llevar a cabo y se aplica de la manera más adecuada.
A partir de ahí, trabajaremos en la presentación de la idea, destacando todas las bondades que el planteamiento nos va a aportar en forma de solución creativa e innovadora.
La creatividad es la madre de la innovación
Este campo es apasionante, divertido y retador, aunque no exento de dificultad. Es un camino exigente y complejo, pero disponemos de excelentes herramientas en forma de metodologías creativas que nos ayudan a crear nuevas propuestas sorprendentes.
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