En esta ocasión os traigo un nuevo ejemplo de aprovechamiento de recursos relacionado con la sostenibilidad para la sección de productos singulares: Wasted Lab, laboratorio para transformar plástico.
Holanda es uno de esos países donde encuentras casos de concienciación social interesantes.
Un buen ejemplo de ello es el que vimos en este post anterior sobre Instock, un proyecto de aprovechamiento de recursos de comida (clic aquí para leer).
Wasted Lab es un proyecto enfocado en cambiar el hábito del usar y tirar cuando hablamos de recipientes u objetos de plástico.
Este laboratorio urbano (me flipa esta conceptualización del proyecto) pretende dar un giro a dichos hábitos en los ciudadanos. El objetivo es minimizar el deshecho de plástico.
Por tanto, su misión viene definida en función de utilizar el plástico como herramienta generadora de beneficios para la comunidad.
Wasted Lab ha sido creado y es administrado por ciudadanos de Ámsterdam
Lo cierto es que resulta sorprendente descubrir todo lo que se puede crear a partir de los residuos de plástico, algo que normalmente consideramos simplemente como basura.
En este proyecto, tanto ciudadanos como empresas locales se encargan de proveer de plástico al laboratorio.
Éste está equipado con con máquinas procesadoras de plástico capaces de transformarlo creando elementos de utilidad para la sociedad. Por ejemplo, sillas, macetas o juegos.
Lo sorprendente es que el proyecto debe de tener un modelo de negocio acorde a su sostenibilidad. Para ello, cuenta con numerosas alianzas con comercios locales.
¿Cómo se plantea el sistema?. Bajo un sistema de remuneración hacia el usuario que actúa como dinamizador de todo el eje.
Por cada bolsa de plástico que cualquier ciudadano o ciudadana entrega a Wasted Lab recibe como contrapartida una moneda canjeable.
Ésta puede usarse en alguno de los diferentes negocios locales que forman parte de la colaboración por productos completamente gratis.
Photo credit: WL
