Cuarta entrada de la serie de posts sobre las 5 etapas del pensamiento critico: Contrastar las fuentes de información.
La mayor parte de los argumentos están referidos a datos con los que se deben sostener las conclusiones.
Un argumento es tan fuerte como las fuentes o datos que lo sostienen.
Si aquello que sustentas un argumento es erróneo, dicho argumento también será erróneo.
El pensador crítico debe evaluar siempre la validez de los datos.
Justo ahora nos encontramos en una sociedad donde las fake news se han apoderado de gran parte de la información.
Esto complica más si cabe el escenario, cosa que hace que sea más imprescindible todavía la habilidad del pensamiento crítico.
5 etapas del pensamiento critico: Contrastar las fuentes de información
Saber elegir las fuentes de información fiables, creíbles, precisas y no sesgadas se ha convertido en un arte.
De ello depende la calidad de todo lo que viene después.
Las fuentes de información suelen citar encuestas y estadísticas, que son usadas como argumentos que soportan las conclusiones.
Precisamente con los números y sus múltiples interpretaciones llenas de subjetividad se pueden manipular las conclusiones.
No hay más que ver cualquier encuesta relacionada con la política, por ejemplo, para ver según interesa ver un lado u otro de las cosas.
Por ello, es importante que el pensador crítico conozca los principios fundamentales de probabilidad y estadística.
En resumen, podemos decir que existen pocas formas de realizar bien una encuesta y muchas formas de realizar mal las conclusiones.
Todo ello depende, como tantas cosas en la vida, del cristal con el que se mire y de lo conveniente que sea ser parcial.
La mayoría puede, seguramente creer ciertas conclusiones de un lado o de otro.
Pero la gran dificultad reside en se capaz de analizar por ti mismo aquello que nos comunican.
Photo credit: Pinterest