Tercera entrada de la serie de posts sobre las 5 etapas del pensamiento critico: Identificar y caracterizar los argumentos.
La esencia del pensador crítico reside en su habilidad de reconocer, construir y evaluar argumentos.
Un argumento permite presentar una razón que soporte, respalde o apoye una conclusión.
En cada argumento debe haber una o más razones, al igual que una o más conclusiones.
El pensador crítico debe dominar los argumentos de la comunicación verbal o escrita.
5 etapas del pensamiento critico: Identificar y caracterizar los argumentos
Dentro de los argumentos, encontraremos los denominados indicadores, que pueden ser de diferentes tipos como de:
Posición o conclusión
Indican la posición, postura o idea principal a defender o argumentar.
Algunos de estos indicadores son: por consiguiente, así, de esta forma, consecuentemente, con esto se muestra o esto implica.
Razón
Señalan la razón o justificación que apoya la posición u otras razones anteriores.
Por ejemplo: Porque, puesto que, dado que, a causa de, como se puede ver de, debido a o ya que.
Objeción
Focalizan una oposición o pensamiento en contra de una posición, una razón o una anterior objeción.
Entre ellos: Pero, aunque o sin embargo.
En lógica, se señala como inducción al razonamiento que va de lo particular a lo general.
También al razonamiento del que se obtienen conclusiones tan sólo probables.
La inducción matemática es un caso especial en el que se va de lo particular a lo general, aunque se obtiene una conclusión necesaria.
Por lo general, el razonamiento inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo particular, y sus conclusiones son necesarias.
El pensamiento crítico es una aplicación informal de la lógica.
Por tanto, el pensador crítico debería comprender las diferencias fundamentales entre lo inductivo y lo deductivo.
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