Tenemos invitado de lujo en el blog, Iván García. Un amigo muy querido por mí, además de un grandísimo profesional, que nos hablará del B2B al B4B (1) y la necesidad de generar valor a las empresas.
Iván es consultor informático y Digital Marketing Manager en PCCOM, empresa dedicada a proporcionar soluciones para el sector de la distribución de alimentación y bebidas, desarrollando un ERP de gestión que cubre todas las necesidades del sector.
Iván, en su día a día, trabaja asesorando y ofreciendo soluciones eficaces a empresas de distribución para que éstas solventen todas sus necesidades y se beneficien de una mejora constante del sistema.
Si quieres saber más sobre lo que escribe, lo puedes encontrar en varios artículos del blog de PCCOM.
Del B2B al B4B (1) y la necesidad de generar valor a las empresas
¿De dónde venimos?
Desde hace unos años, estamos acostumbrados a oír en cualquier negocio, el término B2B o “Business to Business” para definir la venta orientada a productos y servicios entre empresas. Es decir toda empresa que vende algo a otra empresa está ejecutando una venta B2B, de ahí el término “de empresa a empresa”.
Pero si nos paramos a pensar en el propio término B2B, vemos que la relación que existe entre la empresa y el cliente es unidireccional. ¿Qué significa esto? Que la empresa que tiene el producto o servicio realiza una transacción de venta basándose en sus propios objetivos y beneficios, sin que la parte compradora tenga mucho que decir en esto.
Con el tiempo y la digitalización de las empresas, este modelo no parece tan efectivo y la preposición “to” (a) no llega para describir la relación que existe hoy en día entre las empresas.
Para verlo más claro, y aprovechando que me muevo en el ámbito de la distribución de alimentación, os expongo un ejemplo real de la evolución que sufrió uno de nuestros clientes, que supieron adaptarse a las nuevas demandas de negocio del siglo XXI.
Hace 15 o 20 años, nuestro cliente, entre otros muchos productos, era y es distribuidor de quesos. Como es habitual en este tipo de negocios, tenía un catálogo impreso de todos los quesos de los que disponía, de manera que los ofrecía a sus clientes mediante comerciales que les visitaban periódicamente.
En el momento de establecer la venta, el cliente final solicita al comercial información de precios y tiempo de entrega, y éstos, mediante una ruta preestablecida, sirven los productos según lo acordado. Esta relación comercial es la que comúnmente llamamos B2B.
El cliente tiene una necesidad y yo como distribuidor, atiendo a dicha demanda.
En el siguiente post, Iván nos sigue destacando aspectos interesantísimos de este escenario empresarial.
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