En el post anterior vimos la cuarta parte de cómo diseñar un elevator pitch, con el planteamiento del problema o necesidad. En esta quinta y última parte, hablaremos sobre cómo utilizar un gancho para cerrar con éxito.
Es la fase final, es decir, el auténtico momento de la verdad.
A continuación vamos a hablar de algunos consejos para realizar un cierre del elevator pitch impactante. Debes tener en cuenta que todos ellos son opcionales y que no tienes por qué seguirlos todos, sino aquellos que se adapten a tu situación concreta.
Tipos de ganchos
Un gancho es una frase, pregunta o idea que despierta la curiosidad y genera interés en tu interlocutor. Es una forma de captar su atención y mantenerla durante el resto del pitch. Veamos algunos ejemplos:
- Pregunta: Hacer una pregunta provocativa o interesante puede hacer que tu interlocutor se involucre en la conversación y quiera saber más.
- Afirmación impactante: Una afirmación sorprendente o controvertida puede captar la atención de tu interlocutor y hacer que quiera escuchar tu argumento.
- Anécdota personal: Compartir algo personal breve y relevante puede conectar con tu interlocutor a nivel emocional y hacer que tu pitch sea más memorable.
- Humor: Un toque de humor puede ayudar a relajar el ambiente y hacer que tu interlocutor sea más receptivo a tu mensaje.
Cómo utilizar un gancho en tu elevator pitch
Comienza con tu gancho: La primera frase de tu cierre podría ser tu gancho. Debe ser lo suficientemente fuerte como para captar la atención de tu interlocutor y hacer que quiera saber más.
Mantén la brevedad: Un gancho no debe ser demasiado largo. Debe ser directo al grano y despertar la curiosidad de tu interlocutor sin aburrirlo.
Sé auténtico: Tu gancho debe ser auténtico y reflejar tu personalidad. No intentes imitar a nadie más.
Practica: Practica tu pitch varias veces para asegurarte de que tu gancho sea efectivo.
Ejemplos de ganchos
Pregunta: «¿Sabías que el 80% de las empresas fracasan en los primeros 5 años?»
Afirmación impactante: «Nuestra nueva tecnología puede revolucionar la forma en que hacemos negocios».
Anécdota personal: «Cuando era niño, siempre soñé con crear mi propia empresa».
Humor: «Si estás buscando una forma aburrida de invertir tu dinero, ¡no hables conmigo!»
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