El pasado año escribía sobre el regreso de la cordura: lotería y emociones en referencia a la vuelta de lo que tanto nos ha gustado siempre, las emociones para el storytelling de la Lotería de Navidad.
Tras una controvertida decisión de romper los esquemas habituales en 2013, se regresaba a la senda emocional con una historia realmente bien trabajada y que tuvo una excelente acogida.
En esta ocasión, Leo Burnett repite como agencia creativa y lo hace con una novedad interesante: la aplicación de animaciones al anuncio. Como sabemos, siempre antes se hizo con personas reales, pero en esta ocasión se ha recurrido, creo que acertadamente, a la animación.
El storytelling es genial, con un personaje tremendamente entrañable llamado Justino como protagonista
Un vigilante de seguridad que trabaja de noche y apenas coincide con el resto de compañeros que trabajan en la empresa, que por cierto es de maniquíes.
Dentro de su horario y de su solitaria presencia entre los maniquíes, Justino pone su creatividad en juego y a través de ellos se comunica con los compañeros de trabajo. Justino es una persona entregada y que se desvive por los demás, siempre buscando sacar una sonrisa. Alguien entrañable a quien el destino le depara una sorpresa, pero que no voy a descubrirte para que puedas ver el vídeo.
Justino tiene presencia en redes sociales, como Instagram o la página de Facebook que se ha creado para la ocasión con la fábrica de maniquíes como protagonista, lo que hace muy interactiva la campaña y permite que los usuarios expresos nuestras emociones a través de dichos canales.
A mi me ha gustado, al igual que la del año anterior. Por cierto, la música no puede ser más bonita, excelente trabajo. Me encantaría que me contaras qué te ha parecido a ti.
Video credit: Loterías y Apuestas del Estado
