Lo extraño en la estrategia de marketing, si. Lo extraño es bello, ciertamente. Lo desconocido tiene ese toque de romanticismo capaz de inyectarte una tremenda dosis de adrenalina.
Si te das cuenta, cada día, casi a cada instante nos enfrentamos a lo desconocido, aunque tengamos delante un prisma de lo previsible, hasta que ocurre lo imprevisible. En mi mundo marketiniano, lo insólito es bello, aunque luego el resultado tras ello sea el que sea.
La incertidumbre mueve el mundo estratégico y en la incertidumbre siempre reina la extrañeza. Una nueva marca, un nuevo producto, un nuevo servicio… todo ello siempre se enfrenta a un panorama extraño, por muy bien que hayamos planificado la estrategia de marketing.
Hoy, además, la extrañeza tiene tintes de inmediatez, pues la multiplicidad de los canales de comunicación disponibles a nuestros alcance provoca que de forma veloz y constante hayamos de enfrentarnos a infinidad de extrañezas.
Pero aun así, lo extraño es bello
En post anteriores hablé de la empatía en la estrategia de marketing y de la imaginación en la estrategia de marketing. Dos términos que pueden casar perfectamente con lo extraño en el ecosistema marketero. La empatía ante cualquier escenario, por extraño que sea y que suceda. La imaginación, para intentar tener la mente abierta frente a lo insólito un momento en concreto.
Dicen que lo diferente es notar la novedad de algo por no estar acostumbrado a ello y es que la costumbre nos hace acomodarnos. Necesitamos dosis de extrañeza, de disrupciones, de probaturas aún sabiendo que vamos a errar.
Por tanto te animo a probar, pues creer en la extrañeza te aportá valores diferentes, percepciones diferentes, sensaciones diferentes y como resultado de todo ello resultados diferentes, que es lo que siempre decimos, buscamos, pero pocas veces hacemos.
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