Continuamos con la serie de post dedicada al origen de las frases hechas en el marketing y la comunicación (4).
Veamos más ejemplos interesantes y conocidos.
Esto es jauja
Una frase que solemos utilizar cuando tenemos la sensación de poder sacar mucho beneficio de una situación concreta, por ejemplo en un nuevo mercado donde una marca ha introducido un producto concreto y éste alcanza una alta demanda (el gran riesgo es que esta situación sea flor de un día).
Jauja es una ciudad de Perú con gran fama por sus excelentes minas. Se dice que cuando los conquistadores las hallaron les proporcionaron grandes beneficios y una vida ociosa gracias a su ilimitada fuente de minerales.
Aquí hay gato encerrado
Cuando sospechamos de alguna situación concreta en la que pensamos que se oculta algo es probable que usemos esta frase, cuyo origen se remonta a la época del Siglo de Oro español, en el que para guardar el dinero se utilizaban bolsas fabricadas con piel de gato.
Dichas bolsas que guardaban celosamente cantidades de dinero desconocidas fueron el detonante de la expresión, que popularmente se extendió.
La ocasión la pintan calva
La palabra ocasión señala en este caso a la diosa romana Ocasión, una mujer hermosa y alada, símbolo de lo efímero de los momentos en los que pasan ante el hombre las buenas ocasiones u oportunidades.
Como curiosidad, la diosa estaba representada por una nutrida cabellera por la parte delantera, mientras que por detrás era completamente calva.
Si decimos «por los pelos” entendemos que la ocasión viene de frente y somos capaces de agarrarla. Si decimos «la ocasión la pintan calva» hacemos referencia a que posiblemente hayamos dejado pasar la oportunidad, o que si la hemos conseguido capturar quizás haya sido mas gracias a la casualidad que a nuestras capacidades.
Las cuentas claras y el chocolate espeso
Cuando el chocolate se instauró en España, llegado desde América, empezó a tener éxito con azúcar añadido para minimizar su amargor y a tomarse espeso. Fue una costumbre que empezó a generalizarse, al igual que al asociarlo a cómo deben de llevarse las cuentas monetarias, es decir, claras al igual que el chocolate, espeso.
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