Hoy hablamos de un curioso concepto, la procrastinación productiva, una valiosa herramienta que estimula la creatividad. En un mundo donde el tiempo es un recurso tan preciado, la procrastinación ha sido etiquetada como el enemigo número uno de la productividad. Sin embargo, ¿sabías que existe una versión transformadora de este hábito?
La procrastinación productiva es una técnica que puede cambiar la forma en que nos enfrentamos a desafíos creativos y tareas diarias.
¿Qué es la procrastinación productiva?
Es la habilidad de posponer tareas principales para enfocar actividades secundarias que estimulan la creatividad y la inspiración. A diferencia de la procrastinación tradicional, que implica evadir responsabilidades importantes, la procrastinación productiva implica canalizar esa energía hacia actividades que nutren nuestra mente y fomentan la innovación.
Cuando hablamos de procrastinación productiva, es vital entender que no se trata de perder el tiempo en redes sociales o navegando por Internet. Se trata de permitirnos momentos de distracción controlada para explorar nuevos territorios mentales y creativos.
Al permitirnos desviarnos momentáneamente de nuestras tareas principales, podemos abrir la puerta a nuevas ideas y perspectivas. Esta práctica fomenta la serendipia, ya que a menudo las ideas más brillantes surgen cuando menos lo esperamos.
Cómo practicar la procrastinación productiva
Algunos buenos consejos en este sentido son:
Tiempo designado
Establece momentos específicos en tu día para dedicarlos a la procrastinación productiva. Por ejemplo, reserva la primera hora de la mañana o la última del día para esta práctica.
Variedad de actividades
No te limites a una sola actividad. Lee artículos, explora obras de arte, escucha podcasts inspiradores o da un paseo en la naturaleza. La diversidad de estímulos enriquecerá tu proceso creativo.
Usa un cuaderno creativo
Lleva contigo un cuaderno o una aplicación de notas para registrar las ideas que surjan durante estos momentos de procrastinación. Estas ideas pueden ser valiosos insumos para futuros proyectos.
Beneficios de la procrastinación productiva
Podemos destacar algunas ventajas del uso de esta herramienta, como por ejempo:
Fomenta la innovación
Al permitirte explorar nuevas fuentes de inspiración, estarás mejor equipado para abordar los desafíos creativos con una perspectiva fresca y original.
Alivia la presión
Puede aliviar el estrés asociado con la presión de tener que producir constantemente. Este tiempo te permite respirar y recargar tus energías creativas.
Estimula la motivación
Al reservar momentos para actividades que te apasionan, renovarás tu motivación y entusiasmo por tu trabajo. Esto puede traducirse en un aumento de la productividad a largo plazo.
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2 comentarios
Creo que Bill Gates intenta contratar a gente brillante y perezosa. Buscarán siempre el camino más corto. Los que no somos brillantes, mejor pico y pala. Digamos que para el ejemplo de futbolista sería Kanté.
Qué grande Kanté, buenísimo ejemplo. Pero… tu brillas y mucho. Abrazo!