Qué es el vamping y cómo afecta a nuestra conducta

Hoy quiero hablaros de un fenómeno muy usual en la actualidad: Qué es el vamping y cómo afecta a nuestra conducta.

El vamping es una de las consecuencias que nos han traído las nuevas tecnologías, que están para lo bueno y para lo malo.

Ya hemos hablado en este blog de algunas otras, como por ejemplo:

El síndrome de los globitos rojos (clic aquí para leer el post)

El síndrome de la llamada fantasma (clic aquí para leer el post)

En referencia al vamping, decir que es un fenómeno por el que las personas, sobre todo adolescentes, utilizan aparatos electrónicos durante la noche.

Móviles, tablets u ordenadores, entre otros, están reduciendo las horas de sueño que son necesarias para descansar.

Cn ello, se incrementa el riesgo de sufrir insomnio y, por tanto, no dormir lo suficiente.

El nombre vamping deriva de la fusión de los términos en inglés «vampire» («vampiro») y «texting» (envío de mensajes de texto mediante aparatos electrónicos).

Un estudio de las compañías de investigación de mercados Comscore y Nielsen apunta a que un 65% por ciento de los niños entre 8 y 12 años posee teléfono móvil.

Este impactante dato es todavía mayor cuando hablamos de mayor edad.

Qué es el vamping y cómo afecta a nuestra conducta
Qué es el vamping y cómo afecta a nuestra conducta

Socialización, búsqueda de información y contenidos de entretenimiento generan el vamping

Para los y las jóvenes, las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles han abierto un escenario ilimitado de posibilidades.

También para los adultos, que incrementan más horas de exposición a las pantallas, pero no en tan fuerte medida como en los y las jóvenes.

La falta de tiempo libre durante el día, la intimidad de la noche o la necesidad de comunicarse y sentirse parte de un grupo son motivos esenciales.

Derivado de todo ello, aparece otra palabra relacionada, que es phombie. Como podrás imaginar, es una composición del inglés con los términos phone y zombie.

Este concepto se usa para señalar a quienes permanecen conectados a sus dispositivos y a las redes a altas horas de la noche.

El vamping tiene una serie de secuelas negativas a tener en cuenta. La primera de ellas, una menor secreción de melatonina (hormona que regula el ciclo del sueño).

Pero también cansancio, debilidad, irritabilidad, dificultad en los procesos de aprendizaje, falta de concentración, alteraciones en el metabolismo, obesidad, bajas defensas, problemas de visión, etc.

Sin duda, un fenómeno a tener muy en cuenta, que también debe controlarse en aquellos adultos que por motivos personales o profesionales estén enganchados a las pantallas.

Photo credit: IORG

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