Cuarto post de la serie enfocada en aspectos relacionados con cómo resolver problemas (parte 4) en marketing y estrategia. En él, veremos cómo plantear cuestiones para definir la importancia y alcance del problema en cuestión.
Hipótesis número 4: ¿Está el problema alineado con la visión y la estrategia a largo plazo de la empresa?
Incluso cuando un problema es impactante para los clientes / consumidores / usuarios y rentable de resolver para la empresa, es posible que no se alinee con su visión.
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Decir «no» a un problema importante cuando no se alinea con la visión de la empresa es fundamental para mantener el enfoque. Ya lo decía Michael Porter: «La esencia de la estrategia es elegir qué no hacer«.
Sin duda, esta es una frase impactante, para grabar a fuego en cualquier departamento de estrategia. Su planteamiento es un desenfoque total, ya que lo normal es afrontar el qué queremos hacer. Pero puede que de este modo no encontremos los por qués estratégicos que validen esa elección.
Por el contrario, si optamos por valorar el «qué no hacer«, podemos encontrar diferentes por qués que nos van a ayudar a acotar la solución definitiva. Es otro modo de pensar, es otro modo de hacer, tan solo debemos plantearnos si tiene sentido (para mí lo tiene y mucho).
Esta opción disruptiva está muy relacionada con el pensamiento lateral, ya que viene provocado por una especie de inversión que da la vuelta total al enfoque para la resolución de problemas.
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