El marketing directo creativo es una herramienta interesante que puede ser ideal para complementar una estrategia de blended marketing y así poder tener impactos en los canales offline y online, en busca de un mejor resultado para una campaña.
A través de envíos directos, en número concreto y con una identificación y un objetivo bien definido podemos buscar comunicarnos con clientes actuales y/o potenciales pretendiendo generarles un estímulo.
Para ello, es interesante definir claramente al remitente último que buscamos, es decir, aquella persona que es nuestro objetivo dentro de una empresa o marca. Buscaremos un tu a tu en el que tenemos la oportunidad de plantear un enfoque personalizado hacia el receptor.
Será muy importante que ese envío tenga matices diferenciales, sobre todo a la hora de plantear la recepción del mismo. Envoltorio de un color representativo, un formato arriesgado y un envío a través de mensajería que aporte unicidad y estilo.
Otro aspecto interesante es su tangibilidad, ya que un envío es algo que se toca, que genera incertidumbre. Si además jugamos con los sentidos podemos crear algo realmente incisivo.
Llamar a la acción inmediata hacia cualquier herramienta online generando una sensación de urgencia es clave
Eso si, deberemos testar que lo que tengamos preparado cumpla sus expectativas o esté por encima de ellas, de lo contrario habremos desaprovechado un gran momento de la verdad y puede que hayamos gastado la oportunidad para siempre.
La medición de este tipo de acciones es perfecta: tantos envíos, tantos resultados individuales. No podemos lanzar campañas de marketing directo convencionales ya, sino que debemos incorporar a la creatividad como herramienta estratégica empresarial para que puedan ser efectivas. Lo no convencional triunfa, pues estamos en una era con generaciones que tienen hambre de estímulos, de emociones y de acción.
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