Segundo post de la serie dedicada a publicidad programática, donde veremos cómo funciona y cómo se contrata.
Ver post 1 de la serie.
La publicidad programática utiliza un sistema de algoritmos para crear coincidencias entre los espacios disponibles en medios online y los datos de las marcas sobre el perfil de audiencia que buscan.
Gracias al big data y a procesos basados en inteligencia artificial se puede incluso predecir el comportamiento de los usuarios.
Por tanto, la probabilidad de que los usuarios tengan una mayor interacción con la publicidad es muy considerable.
En la publicidad programática se tienen en cuenta intereses, gustos, preferencias, hábitos, horarios, tipos de dispositivos, edad, género, ubicación y otras muchas variables.
La segmentación genera un escenario ideal para hacer una conexión óptima entre oferta y demanda digital.
En este sentido, las marcas pueden elegir qué anuncios mostrar, enfocarlos en diferentes horarios, establecer la frecuencia, definir la puja que quieren realizar, etc.
Publicidad programática: cómo funciona y cómo se contrata
Una marca puede adquirir publicidad en tiempo real mediante subastas o pujas digitales (Real Time Bidding o RTB), que se dan en plataformas especializadas.
De este modo, cualquier anunciante pagará el precio más alto de una puja para que su anuncio aparezcan únicamente a aquellos usuarios con el perfil deseado.
Existen diferentes plataformas que actúan como intermediarias entre los compradores de medios (agregadores de demanda) y los vendedores de espacios (agregadores de oferta).
Entre ellas, se pueden destacar:
- Ad Exchanges o Marketplaces, donde se dan las subastas digitales
- Demand Side Platforms, que consiguen optimizar el precio gracias a enormes cantidades de datos de usuarios
- Data Partners, que son proveedores de datos
- Trading Desk, que trabajan para los anunciantes en las subastas o pujas
- Sell Side Platforms, encargadas de maximizar espacios publicitarios para los medios
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